“Se trata de una campaña difamatoria que estigmatiza a los trabajadores por los graves problemas que hay en los subtes que son en realidad por falta de inversión, mantenimiento e interés en ofrecer un servicio apropiado a los pasajeros”, dijo Roberto Pianelli, titular del gremio, en una conferencia de prensa convocada este mediodía.
En los últimos dos años hubo cuatro muertes de trabajadores y cuatro accidentes que dejaron a otros trabajadores con secuelas. El último siniestro ocurrió el 28 de septiembre cuando un trabajador, quien según el gremio no contaba aún con la capacitación apropiada para su función, fue arrollado por un tren.
Además, los metrodelegados denunciaron la falta de trenes como consecuencia del aumento de estaciones que provocaron unos 40.000 pasajeros más en cada línea. Afirmaron que la línea B tiene la misma cantidad de coches que antes de la inauguración de las nuevas estaciones y que en la A hay 15 trenes cuando debería haber 26.
por Página12