Tiempo atrás enelSubte.com daba cuenta de que desde que la Ciudad tomó a su cargo el servicio subterráneo, la palabra “trenes” había ido desapareciendo progresivamente de la cartelería y los mensajes oficiales de SBASE.
Primero fueron los comunicados de SBASE, donde las referencias a trenes fueron reemplazadas por formaciones o coches. Luego fue el turno de la cartelería interior de los coches. En las instrucciones de emergencia de los CNR de la línea A, por caso, se sustituyó “Abrir las puertas una vez que el tren se haya detenido” por “Abrí la puerta una vez que el subte [sic] se haya detenido”. La cartelería de emergencia reemplazó la referencia a los trenes por los coches. Y no fue el único caso. En la web de SBASE se comenzó a utilizar “Primer Subte” y “Último Subte” en los horarios, haciendo de Subte un sinónimo de “tren”.
Pero lejos de haber dado marcha atrás en un cambio que suena extraño al oído, la palabra Subte como sinónimo de tren volvió a imponerse en otro ámbito: la cartelería de las estaciones, actualmente en proceso de renovación, donde se indica la dirección en que circula el tren. Allí donde podía leerse “Trenes a Juan Manuel de Rosas” ahora dice “Subte a Juan Manuel de Rosas” (véase la foto principal de esta nota, tomada en la estación Uruguay).
Lo cierto es que la palabra Subte, apócope de subterráneo, de difundido uso coloquial es un término que designa al conjunto del sistema (la red de subterráneos) o al medio de transporte en general (“Voy en Subte”), pero muy raramente como equivalente de tren. No faltará el momento en que algún comunicado informe sobre la compra de “120 subtes“, sin que se sepa si se está hablando de coches, trenes o redes completas.
No hay ningún elemento que permita decir que trenes y subtes (en el sentido en que lo usa el GCBA) sean diferentes. Es sintomático que se recurra a cualquier posible reemplazo con tal de no hablar de trenes: formaciones, coches, subtes. La única razón del cambio es puramente comunicacional: despegar al Subte del sistema ferroviario y reforzar la idea de que el Subte tiene una identidad propia, indistinguible del Gobierno de la Ciudad.
Tal es así que “Subte”, usada por Metrovías como marca de la red se completa ahora con la mención a “Buenos Aires Ciudad”. Hasta la propia Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) se vio fagocitada por otra marca basada en el mismo término: BA Subte. No queda claro por qué se abandonó en los hechos el nombre Subterráneos de Buenos Aires, por demás descriptivo y asentado.
“Subte”, en tanto, estaba registrada por Metrovías. Pero un artículo del propio contrato mediante el cual esa empresa opera la red establece que el día que abandone la concesión —que acaba de ser renovada por otro año— todos los derechos sobre esa marca serán cedidos a la Ciudad de Buenos Aires. Toda una muestra de cuánto preocupa al gobierno porteño la cuestión de la imagen.