25 noviembre 2025

Licitan obras eléctricas y elevación de tensión para la línea B

Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) licitó obras eléctricas en la línea B, lo que incluye la elevación de la tensión de los actuales 600 V a 1500 V. Los trabajos forman parte de las adaptaciones necesarias para la renovación de la flota de la línea, adjudicada meses atrás a la china CRRC. La semana pasada ya habían licitado la compra de rieles para renovar las vías entre Alem y Lacroze. Las obras serán financiadas con un crédito de la CAF, que aún está pendiente de aprobación por parte de la Legislatura.

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Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) lanzó una licitación para la realización de obras eléctricas en la línea B del Subte.

La obra, que incluye la elevación de tensión de los actuales 600 V a 1500 V, entre otras intervenciones, forma parte del proyecto de modernización de la línea de cara a la renovación de la flota por nuevos trenes de fabricación china. Días atrás ya había sido licitada la compra de rieles para renovar las vías en gran parte de la traza.

Según la documentación oficial, a la que tuvo acceso enelSubte, los principales trabajos licitados comprenden el “cambio de tensión nominal en la línea de 600 Vcc a 1500 Vcc”, la puesta en servicio de ocho subestaciones rectificadoras (Alem, Pellegrini, Pasteur, Medrano, Malabia, Lacroze, Los Incas y Urquiza) y la estandarización de los grupos rectificadores a 2500 kW.

Cabe señalar que si bien la línea fue objeto de trabajos de repotenciación a mediados de la década pasada -como parte de las adaptaciones para poner en marcha los polémicos trenes CAF 6000, adquiridos de segunda mano al Metro de Madrid-, estos “no fueron integrales”. Según reza en la memoria oficial, solo se reemplazaron algunos equipos, permaneciendo “diversos dispositivos [que] presentan distintos niveles de obsolescencia”, algunos de los cuales (11 celdas de media tensión, cargadores de baterías y otros) “presentan materiales con asbesto”.

No obstante, y tal como había anticipado enelSubte, no se requerirán mayores adaptaciones en la catenaria ya instalada, que es capaz de soportar una tensión mayor a la actual sin inconvenientes.

se contempla la instalación de catenaria rígida en las vías del Taller Rancagua, para permitir el futuro mantenimiento de los trenes CRRC en este taller, y de catenaria rígida y convencional en la rampa de la estación Federico Lacroze. En este último caso, la instalación de catenarias apunta “a dar mayor flexibilidad a la operación”, ya que permitiría la eventual prestación de servicios cortos desde Lacroze.

Según consta en los pliegos, la obra deberá proyectarse “considerando que la línea debe mantenerse en servicio” y teniendo en cuenta “que se seguirá operando con los trenes actuales […] durante la totalidad del proceso de migración” a la nueva tensión.

Aunque esto no constituye un obstáculo insalvable, supone un desafío en lo relativo a la secuenciación de los trabajos. De acuerdo con documentos oficiales, la obra se realizará en varias etapas con “el objetivo principal inicial de dotar al Taller Rancagua y a las vías principales de alimentación a 1500 V para las pruebas de recepción del nuevo material rodante”. Por este motivo, esta primera etapa “deberá estar finalizada antes de la llegada de la primera formación de la flota nueva”.

El plazo de ejecución total de la obra será de 48 meses y el presupuesto oficial asciende a 14.480 millones de pesos, 8,9 millones de dólares y 16,3 millones de euros.

Exclusivo: compran rieles para renovar las vías de la línea B del Subte

La modernización de la línea B y el financiamiento de la CAF

Tal como reveló enelSubte en exclusiva, el proyecto de modernización de la línea, que incluye -además de las citadas obras eléctricas- la renovación de 8,5 km de vías entre Alem y Lacroze y la compra de los 29 nuevos trenes, entre otras inversiones, será ejecutado con un crédito que la Ciudad se encuentra negociando actualmente con la CAF – Banco de Desarrollo de América Latina.

La línea de financiamiento sería de hasta 300 millones de dólares, con 120 millones de aporte local, para un total de 420 millones de dólares. La autorización para el endeudamiento ya fue aprobada en la Comisión de Presupuesto de la Legislatura porteña, pero todavía resta su aprobación por parte del pleno.

El pedido en trámite en la Legislatura asciende a 375 millones de dólares, lo que incluye los citados 300 millones de la CAF y los 75 millones de la adenda con CITIC para la compra de ocho trenes adicionales para las líneas A y C, cuyo adelanto ya fue abonado por el GCBA.

Vale notar que el Estado nacional ya ha otorgado su aval al endeudamiento mediante el DNU 186/25, por un monto máximo de 300 millones de dólares. No obstante, “el proceso de desembolso de dichos fondos se encuentra paralizado en diferentes instancias”, lo que motivó la presentación de un proyecto de resolución en la Cámara de Diputados de la Nación para que el Ministerio de Economía “priorice con urgencia” el crédito con la CAF para la línea B.

La Ciudad negocia con la CAF un crédito para nuevos trenes y obras en la línea B

La mayor parte del crédito con la CAF sería destinado a costear la compra de los 29 nuevos trenes con los que se reemplazará la totalidad de la flota actual (Mitsubishi y CAF 6000).

La operación, que fue adjudicada en julio pasado a la china CRRC Changchun y cuyo contrato ya fue firmado, tiene un costo apenas superior a los 300 millones de dólares, impuestos y gastos de nacionalización incluidos, lo que arroja un valor aproximado de 1,7 millón de dólares por coche.

Los 120 millones restantes del crédito de la CAF serían destinados a realizar obras de infraestructura en la línea B, entre las que se cuenta la aún no licitada renovación de vías -solo se lanzó la compra de los rieles- y las citadas obras eléctricas para elevar la tensión a 1500 V. Se trata de trabajos imprescindibles, ya que los nuevos trenes no podrían circular con la actual tensión de la línea, de 600 V. 

Otros trabajos previstos comprenden intervenciones en los talleres Rancagua y Villa Urquiza, entre las que se contempla la instalación de un torno bajo piso en el primero de ellos. Se trata de una obra largamente demorada -está planeada desde hace más de una década, pero nunca fue ejecutada- que se vuelve necesaria ante la perspectiva de que los nuevos trenes -por alimentación y tensión- serán incapaces de circular por sus propios medios por la línea Urquiza para utilizar el torno del taller Rubén Darío, como ocurre con la flota actual.

Por último, una vez completada la renovación del total de la flota, también se prevé la remoción del tercer riel, ya que dejará de ser utilizado. Esto quebrará la posibilidad de que los trenes de la línea Urquiza ingresen al túnel de la línea B, proyecto varias veces contemplado pero nunca implementado. A su vez, se prevé el desasbestizado y disposición final de la flota actual, trabajo que deberá ser encomendado a contratistas certificados.

Firmaron el contrato para los nuevos trenes de la línea B

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