Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) lanzó una licitación para realizar obras de puesta en valor de cuatro estaciones del Subte.
Se trata de las estaciones Lima (línea A), Pueyrredón (línea B), Scalabrini Ortiz y Palermo (ambas de la línea D). La contratación se encuentra dividida en dos renglones: Lima y Pueyrredón conforman el grupo I y Scalabrini Ortiz y Palermo el grupo II.
Entre los trabajos a realizar se cuentan tareas de impermeabilización y pintura, tratamiento de filtraciones, reparación de pisos, recambio de luminarias, reordenamiento del tendido eléctrico, adecuación de cartelería y colocación de señalización braille y nuevo mobiliario en andenes, entre otras intervenciones.
Todas las estaciones mencionadas son Monumento Histórico Nacional (MHN), por lo que cualquier intervención deberá procurar la no alteración de sus características patrimoniales. Lima tiene la particularidad de haber sido una de las dos estaciones de la línea A que no fue renovada en la modernización de fines de la década de 2000. A su vez, Scalabrini Ortiz se encuentra muy deteriorada por motivos de filtraciones: sus murales están pendientes de una restauración que SBASE supeditó al avance de las obras de puesta en valor.
Las obras implican una tímida reanudación del plan de puesta en valor anunciado por SBASE en 2022, que contemplaba la renovación de un total de 20 estaciones de la red: las cuatro que forman parte de esta licitación integraban el tercer grupo de paradas a intervenir, que nunca llegó a ser licitado (ver detalle más abajo).
Ese plan había quedado inconcluso a poco de andar, ya que solo llegó a concretarse la primera etapa, de seis estaciones: Castro Barros y Acoyte de la línea A, General San Martín de la línea C, Bulnes de la línea D, Jujuy de la línea E y Facultad de Medicina de la línea D.
La segunda etapa, que abarcaba intervenciones en siete estaciones (Uruguay, Pasteur-AMIA y Carlos Gardel, de la línea B, y Catedral, Tribunales, Agüero y Plaza Italia, de la línea D), fue dada de baja en noviembre del año pasado. De ellas, solo Pasteur fue relicitada por separado: actualmente se encuentra cerrada por obras.
En este caso, la adjudicación de los trabajos despertó polémica porque la contratista no tiene experiencias en obras del Subte y tiene su sede al lado del palacio municipal de Vicente López, anteriormente gobernado por el actual Jefe de Gobierno porteño.
La citada tercera etapa contemplaba obras en las cuatro estaciones ahora licitadas más Carlos Pellegrini y Diagonal Norte, que quedaron excluidas.
Cabe recordar que el Presupuesto porteño para este año no contempla partidas para obras de envergadura en el Subte. Al margen de la refacción de estaciones y la finalización de los trabajos en la línea D y el Nodo Obelisco, la única inversión de importancia -aunque sin fondos asignados- es la renovación parcial de la flota de la línea B, que fue recientemente postergada por segunda vez. La problemática del material rodante de esta línea se reavivó la semana pasada tras la traumática evacuación de una formación CAF 6000 averiada.
Tras la evacuación en la línea B, se reaviva el reclamo por trenes nuevos