La Legislatura Porteña aprobó días atrás el cambio de zonificación de la playa de cargas de Colegiales y convirtió en ley el convenio firmado entre el Gobierno de la Ciudad y el Estado nacional para proceder a la venta de esos terrenos con fines inmobiliarios. La norma se aprobó con 34 votos a favor y 23 en contra.
Se trata de un predio de unos 67 mil metros cuadrados delimitado por la avenida Federico Lacroze y las calles Moldes, Vidal y Virrey Avilés, además de las propias vías del ferrocarril Mitre. Parte del espacio quedó reservado para uso ferroviario, previendo que la estación Colegiales pueda funcionar como terminal de algunos servicios de la futura Red Expresa Regioanl (RER).
Otra parte, en tanto, se reservará para espacio público, esparcimiento y deportes. Se podrán construir torres de hasta siete pisos. El Gobierno porteño asegura que el 65% de la superficie será destinada a espacio público, mientras que sólo se construirá en el 35% restante. Sin embargo, desde la oposición advirtieron que la mayor parte de lo que se contabiliza como espacio público son las veredas. El proyecto de crear un “corredor verde” en la zona, que había sido defendido por el diputado Ferraro, fue desestimado.
La configuración final que adoptará el predio está supeditada a la realización del Concurso Nacional de Ideas “Playa Ferroviaria Colegiales”, impulsado por la Sociedad Central de Arquitectos. El cierre del mismo será a fines de noviembre.
Se aseguró, además, que lo recaudado por la venta será destinado a obras ferroviarias. Si bien se afirmó oficialmente que el dinero iría a financiar la ejecución “de la RER”, lo cierto es que los fondos serán para dos obras independientes de ésta: los viaductos del ramal Tigre de la línea Mitre (entre el Hipódromo y Belgrano, que ya se encuentra en construcción) y de la línea San Martín, entre Palermo y Paternal.
El proyecto, que había ingresado a la Legislatura en marzo pasado, responde a una iniciativa de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), que desde el año pasado impulsa la enajenación de numerosos terrenos ferroviarios (Empalme Norte, Talleres Mendoza) con el objetivo de recaudar fondos y liberar esas áreas a la inversión inmobiliaria, un sector del que provienen buena parte de los directivos de Trenes Argentinos.