La estación Darío Santillán y Maximiliano Kosteki (Avellaneda) de la línea Roca cumple nueve años operando con andenes provisorios en dos de sus cuatro vías: las obras para la elevación definitiva de las plataformas se encuentran frenadas desde hace varios meses.
Se trata de las plataformas 1 y 2, donde se detienen los servicios de los ramales La Plata, Bosques vía Quilmes y Bosques vía Temperley. La estación, además, es una de las más utilizadas de la línea Roca, ya que permite a los usuarios combinar entre las vías Quilmes y Temperley.
Tal como explicó enelSubte, los trabajos, que habían comenzado en noviembre pasado, se encuentran frenados en el marco de la paralización de la obra pública decidida por el Gobierno nacional, a pesar de que cuentan con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Una demora con historia propia
Las vías 1 y 2 de la estación operan con plataformas provisorias desde junio de 2015, cuando fueron instaladas de cara a la puesta en marcha de los trenes CSR, que comenzaron a circular entonces como servicios semirrápidos entre Plaza Constitución y Temperley y luego, desde julio de ese año, fueron extendidos a Claypole.
En teoría, estas plataformas de madera funcionarían durante poco tiempo: se había previsto su elevación definitiva como parte de las obras de electrificación del ramal La Plata. En el segundo semestre de 2016 se llamó a licitación para la elevación de los andenes de la estación, al igual que en el resto de la línea. Las obras fueron adjudicadas a mediados de 2017 a la empresa Copacre.
A diferencia de lo que ocurrió con el resto de las estaciones, que fueron renovadas e inauguradas por etapas, Avellaneda sufrió importantes demoras: en marzo de 2018 el Ministerio de Transporte rescindió por incumplimientos el contrato de la constructora. Si bien estaba previsto volver a licitar los trabajos, esto no se concretó y el proyecto quedó congelado.
La iniciativa fue retomada recién en 2021, luego de que el Gobierno consiguiera una línea de financiamiento adicional de 130 millones de dólares del BID para terminar una serie de obras remanentes en el Roca, entre ellas la reforma de la estación Avellaneda.
Con este renovado impulso, se llamó nuevamente a licitación en abril de 2022, abriéndose los sobres en el mes de julio. Finalmente, en abril de 2023 la obra fue adjudicada a la única oferente que se había presentado en la compulsa, la UTE ATF Construcciones-Construcciones OMI.
Línea Roca: arrancaron las obras para la reconstrucción de la estación Avellaneda
Una ilusión efímera
En noviembre pasado, tras años de espera, las obras finalmente comenzaron a ejecutarse, tal como informó entonces este medio.
Se montó un obrador en un terreno contiguo a la estación, se instalaron vallados y se avanzó con la elevación de aproximadamente un cuarto del andén 1. Semanas más tarde se tabicaron distintas secciones de acceso al andén 2 y se avanzó con la demolición parcial de algunas instalaciones inutilizadas.
Notablemente, las obras no se vieron frenadas inmediatamente tras el cambio de gobierno y siguieron desarrollándose con normalidad hasta entrado febrero. Esto se debía a que -de acuerdo a lo anunciado entonces-, los proyectos con financiamiento internacional no se verían afectados por el freno a la obra pública decidido por el Gobierno.
No obstante, esto no fue así. Tal como reveló este medio en un informe especial, tras la disolución del Ministerio de Infraestructura, la interrupción también se hizo extensiva a todos los proyectos con financiamiento internacional, tanto aquellos que se encontraban en etapa de licitación como aquellos que ya habían comenzado a ejecutarse. Además de las citadas obras de Avellaneda, entre estos últimos se cuentan el viaducto de la línea Belgrano Sur a Constitución y la renovación de vías del ramal Tigre de la línea Mitre.
El panorama se agrava si se considera que el organismo estatal encargado de la gestión del proyecto de Avellaneda -la Dirección General de Programas y Proyectos Sectoriales Especiales (DGPPSE)- se encuentra sin titular desde el cambio de gestión, tal como reveló recientemente enelSubte.
Esta situación de parálisis llevó a que se perdiera una oportunidad: entre el pasado 8 y 20 de mayo, los andenes 1 y 2 de Avellaneda quedaron temporalmente clausurados a raíz de las obras urgentes en el viaducto Barracas, siendo los trenes de todos los ramales desviados hacia las plataformas 3 y 4 de la estación. Esta ventana temporal, que en condiciones normales hubiese servido para avanzar con las obras de elevación definitiva de los andenes 1 y 2 sin causar mayores disrupciones al público, fue completamente desaprovechada.
Así las cosas, las obras de Avellaneda continúan inconclusas y el obrador permanece abandonado, a la espera de una decisión oficial que no llega. Según trascendió recientemente, la apuesta del Gobierno sería pedir al BID una autorización para reasignar los fondos aprobados y redestinarlos a otros usos no ferroviarios. Se trataría de una situación análoga a la ocurrida con el crédito que ese mismo organismo otorgó para la renovación de vías y señalamiento y la electrificación del San Martín, cuya reasignación ya fue solicitada con el argumento de que la iniciativa “no es prioridad”.
Cómo es el proyecto inconcluso de reforma de la estación
El principal aspecto del proyecto es la elevación definitiva de los andenes 1 y 2 de la estación.
Además de la elevación de esas plataformas -los andenes 3 y 4 están elevados desde los años 80– la obra contemplaba la restauración de los refugios en los cuatro andenes, la instalación de nuevas luminarias LED, la renovación de salas operativas, nuevos sistemas contra incendio, de audio y de seguridad, así como la instalación de tres nuevos ascensores para que las personas con movilidad reducida puedan acceder sin problemas a todos los andenes.
También se proyectaba la rehabilitación del acceso secundario de la estación que da hacia la calle Mariano Ferreyra -lindero al andén 4-, donde se edificaría una renovada boletería y se instalarían molinetes.
El hall principal -que da hacia la Av. Hipólito Yrigoyen- y el túnel que conecta los andenes serían íntegramente restaurados. Se colocarían nuevos solados, se repararían los cielorrasos, paredes y aberturas y se colocarán nuevas luminarias y cámaras de seguridad. El proyecto prevé la preservación -siempre que sea posible- de las intervenciones artísticas existentes en la estación, que conmemoran el asesinato de los militantes sociales Darío Santillán y Maximilano Kosteki a manos de efectivos de la Policía Bonaerense, ocurrido en julio de 2002.
También se realizarían trabajos de mejoramiento en los accesos y el entorno: se renovarían las veredas en mal estado, rampas y sendas peatonales en los cruces y se instalarían nuevos refugios para parada de taxis y colectivos en la zona. En cuanto a espacios públicos, se refaccionaría el parque lineal ubicado sobre la calle Obreros de La Negra, lindante con la estación, y se generaría una nueva plaza seca de acceso desde la Av. Hipólito Yrigoyen, reaprovechando un sector en desuso ubicado en el lateral del edificio principal de la estación.