Apenas horas después de que enelSubte revelara que Metrovías impugnaría la oferta de Keolis-Helport en la licitación por la concesión del Subte debido a supuestas irregularidades en el cómputo del puntaje de la oferta técnica, el consorcio franco-argentino se retiró de la contienda.
En un escueto comunicado en el que no hizo mención a las causas de su retiro, Keolis aseguró que “informó oficialmente a SBASE y a sus socios en el consorcio, Helport y Transport for London, que no continuará como oferente en la licitación”, agradeciendo “a sus socios Helport y Transport for London por la excelencia de sus equipos” y destacando “el profesionalismo de SBASE y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a lo largo de todo el proceso”.
Se trata de la segunda baja en el proceso licitatorio: en diciembre pasado RATP había retirado su oferta. De esta manera la actual operadora, que controla la red desde hace 26 años, es la única que continúa en carrera para convertirse en la nueva concesionaria de la red por otros 12 años con opción a prórroga por tres años más.
Con todo, el retiro de Keolis-Helport no significa que Metrovías sea determinada inmediatamente como la adjudicataria. A pesar de ser la única, su oferta debe ser cotejada con los parámetros que exige Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) en el aspecto económico, que forma el segundo sobre que aún no fue abierto.
Si Metrovías cumple los requisitos, la empresa tendrá garantizada su continuidad, pero si no lo hace, la licitación podría ser declarada desierta y debería llamarse a una nueva compulsa. La otra opción, que no parece haber sido considerada en ningún caso por el Gobierno de la Ciudad a pesar de que está prevista en la ley vigente, es la operación estatal directa, como ocurre con las redes subterráneas más importantes del mundo.