Sabido es que el agua es un excelente conductor de la electricidad y el contacto entre ambos puede desencadenar desde cortocircuitos en artefactos eléctricos hasta accidentes con personas.
Sin embargo, continúan apareciendo sin cesar episodios como el que evidencian la fotografía y el video presentes, donde en los últimos lluviosos días de Buenos Aires se incrementaron las filtraciones en la red de subterráneos.
En este caso puntual, una filtración cae sobre las luminarias de los pasillos de acceso a la estación Catedral, pudiendo ocasionar accidentes en el piso resbaladiso de las antiguas baldosas sin superficie antideslizante e incluso la posibilidad de provocar accidentes relacionados con la electricidad.
Días atrás la filtración fue desviada de los artefactos colocando una de las clásicas chapas plásticas, evitando así que caiga sobre las luminarias, pero continúa la misma mojando el suelo transitable del acceso a la estación.
Mientras tanto, este sitio renueva su reclamo en casos como el de la estación Callao, la cual jamás recibió la instalación de luces de emergencia.
Asimismo, las estaciones que sí cuentan con estos artefactos que debieran accionarse en caso de un corte en el suministro eléctrico para la evacuación de la estación, no todos funcionan, como es el caso de los colocados en la estación San Martín de la línea C, donde un corte eléctrico demostró que no funciona ni una sola de las luces de emergencia en la estación.