La electrificación de la línea San Martín entre Retiro y Pilar, cuyo inicio estaba previsto para este semestre, luego de que finalizaran las obras del viaducto, no comenzará este año.
Según pudo saber este medio, la licitación, que había sido lanzada en diciembre de 2017 y cuyos sobres habían sido abiertos en julio de 2018, ha sido prorrogada nuevamente hasta octubre para continuar con la evaluación de ofertas, por lo que se descuenta que al menos este año no habrá novedades al respecto.
El inusualmente largo período de evaluación y la gran cantidad de prórrogas (han pasado trece meses desde la apertura de sobres) ha creado un clima de malestar entre las empresas oferentes, que se quejan del “manoseo” del tema por parte de las autoridades.
En este marco, han comenzado a surgir rumores sobre la posibilidad de que el proceso sea dado de baja por completo, dejando en manos del próximo gobierno la decisión de relicitar la obra desde cero.
La falta de definición se debería, principalmente y según fuentes consultadas por enelSubte, al ajuste fiscal: si bien la obra tiene financiamiento asegurado por parte del BID, este es parcial, y el Tesoro debe aportar unos 122 millones de dólares.
Sin embargo, existirían otros argumentos en favor de una relicitación, entre los que se citan la existencia de ofertas de “escasa solvencia técnica” (entre las que se ubicaría la más económica, realizada por la UTE entre la china CRSC y Supercemento, que arrastra un mal antecedente en la electrificación del Roca a La Plata) y otras que “excederían el presupuesto”, entre las que se nombra a la propuesta de Roggio-Siemens-Emepa).
“Sería imprudente adjudicarla con las ofertas que hay y dejar comprometido al próximo gobierno con una obra de esta envergadura”, aseguró una fuente del Ministerio de Transporte que pidió estricta reserva a este medio.
Los retrasos en la electrificación del San Martín generarían un efecto cascada sobre otras licitaciones, como la que contempla la compra de 70 trenes eléctricos.
Sucede que tras la cancelación de la RER y la suspensión del soterramiento del Sarmiento, estos trenes sólo tendrían destino posible en el San Martín electrificado, una línea para la que esa cantidad de formaciones resultaría demasiado abundante y cuya obra no estaría terminada sino hasta dentro de varios años, razón por la que se estudia la posibilidad de reducir la compra o al menos reajustar los tiempos de entrega.