Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) lanzó una licitación para la compra de rieles que serán destinados a la obra de renovación de vías de la línea B del Subte.
El recambio de las vías actuales, que ya superan los 25 años de antigüedad, es parte del proyecto de modernización de la línea de cara a la renovación de la flota por nuevos trenes de fabricación china.
De acuerdo con los pliegos, a los que tuvo acceso enelSubte, la licitación comprende la provisión de 3400 toneladas de rieles de perfil 115RE AREMA de 56,90 Kg/m.
Según consta en documentos oficiales, la adquisición de este tipo de “rieles de mayor dureza y resistencia, permitirá un óptimo desplazamiento del nuevo material rodante y mejorará sustancialmente la velocidad y comodidad de marcha y la frecuencia del servicio”.
El presupuesto oficial es de unos 6,6 millones de dólares y el plazo de entrega es de 120 días. Cabe destacar que la contratación solo abarca la compra de los rieles y no así su instalación, que será objeto de otras contrataciones a futuro (ver más abajo).
Cómo será la obra de renovación de vías
Los insumos a adquirir serán utilizados en la futura obra de renovación de aproximadamente 8,5 km de vías entre las estaciones Leandro N. Alem y Federico Lacroze, que fue renovado por última vez en 1998.
La renovación tiene como objetivo “la recuperación de la capacidad de soportar en el tiempo las cargas del nuevo material rodante por medio de la readecuación del sistema de drenaje y recambio de la infraestructura de vías”.
En particular, la obra apunta a intervenir “tramos críticos” en los sectores Alem – Carlos Gardel, Carlos Gardel – Dorrego, Dorrego – Lacroze y el Taller Rancagua, ya que “el diseño original de la línea B carece de contrabóveda en varios sectores”.
Este factor, sumado “al incremento en la frecuencia e intensidad de las lluvias asociada al cambio climático”, genera que la infraestructura actual resulte insuficiente para la correcta absorción de los crecientes volúmenes de agua, lo que genera un deterioro más acelerado del tendido.
La Ciudad negocia con la CAF un crédito para nuevos trenes y obras en la línea B
El proyecto de la línea B y el financiamiento de la CAF
Tal como reveló enelSubte en exclusiva, esta obra -junto con la compra de los 29 nuevos trenes y otras inversiones necesarias para su puesta en marcha, como las adaptaciones eléctricas- sería financiada con un crédito que la Ciudad se encuentra negociando actualmente con la CAF – Banco de Desarrollo de América Latina.
La línea de financiamiento sería de hasta 300 millones de dólares, con 120 millones de aporte local, para un total de 420 millones de dólares. A este fin, el ejecutivo porteño ya envió a la Legislatura una solicitud de autorización para endeudarse, que recientemente tuvo dictamen favorable en comisión pero que todavía está pendiente de aprobación en el recinto.
El pedido en trámite en la Legislatura asciende a 375 millones de dólares, lo que incluye los citados 300 millones de la CAF y los 75 millones de la adenda con CITIC para la compra de ocho trenes adicionales para las líneas A y C, cuyo adelanto ya fue abonado por el GCBA.
Vale notar que el Estado nacional ya ha otorgado su aval al endeudamiento mediante el DNU 186/25, por un monto máximo de 300 millones de dólares. No obstante, “el proceso de desembolso de dichos fondos se encuentra paralizado en diferentes instancias”, lo que motivó la reciente presentación de un proyecto de resolución en la Cámara de Diputados de la Nación para que el Ministerio de Economía “priorice con urgencia” el crédito con la CAF para la línea B.
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La mayor parte del crédito con la CAF sería destinado a costear la compra de los 29 nuevos trenes con los que se reemplazará la totalidad de la flota actual (Mitsubishi y CAF 6000).
La operación, que fue adjudicada en julio pasado a la china CRRC Changchun y cuyo contrato ya fue firmado, tiene un costo apenas superior a los 300 millones de dólares, impuestos y gastos de nacionalización incluidos, lo que arroja un valor aproximado de 1,7 millón de dólares por coche.
Si bien los pliegos requerían que el fabricante financiara hasta un 80% del monto total de la operación, lo cierto es que esto solo incluía los trenes, no así las obras de infraestructura requeridas para que estos puedan empezar a funcionar.
Los 120 millones restantes del crédito de la CAF serían destinados a realizar obras de infraestructura en la línea B. De ellas, además de la citada renovación de vías, las más importantes comprenden la ejecución de una serie de trabajos eléctricos para elevar la tensión de la línea a 1500 V, lo que incluye intervenciones en subestaciones y diversos componentes eléctricos.

Estos trabajos, que al igual que la renovación de vías todavía no han sido licitados, son primordiales, ya que los nuevos trenes no podrían circular con la actual tensión de la línea, de 600 V. El proyecto contempla una etapa de transición entre ambas tensiones garantizando la continuidad en la operación.
Otros trabajos previstos comprenden intervenciones en los talleres Rancagua y Villa Urquiza, entre las que se contempla la instalación de un torno bajo piso en el primero de ellos.
Se trata de una obra largamente demorada -está planeada desde hace más de una década, pero nunca fue ejecutada- que se vuelve necesaria ante la perspectiva de que los nuevos trenes -por alimentación y tensión- serán incapaces de circular por sus propios medios por la línea Urquiza para utilizar el torno del taller Rubén Darío, como ocurre con la flota actual.
Por último, una vez completada la renovación del total de la flota, también se prevé la remoción del tercer riel, ya que dejará de ser utilizado. Esto quebrará la posibilidad de que los trenes de la línea Urquiza ingresen al túnel de la línea B, proyecto varias veces contemplado pero nunca implementado. Coincidentemente con este divorcio entre la línea B y el Urquiza, se contempla la instalación de catenaria rígida en la rampa de Federico Lacroze, de modo tal que los nuevos trenes puedan desplazarse por sus propios medios hasta allí, el único punto de contacto de la línea B con la superficie. Esto también permitirá la eventual prestación de servicios cortos entre Federico Lacroze y Leandro N. Alem, modalidad que hoy no se utiliza.
Como corolario, se prevé el desasbestizado y disposición final de la flota actual, trabajo que deberá ser encomendado a contratistas certificados.


