La semana que acaba de finalizar fue, sin dudas, una de las más difíciles para el Subte desde que comenzó el conflicto gremial entre la UTA, Metrovías y los ex delegados de base que pugnan por formar un nuevo sindicato, la AGTSyP. En horas de la mañana del lunes 21 de septiembre se incendió el coche remolque 8C, perteneciente a una formación Materfer, estacionado en la cochera Manuela Pedraza al momento del siniestro. Según el comunicado de prensa de la AGTSyP fechado el 25 del corriente, Metrovías explicó que el hecho se debió a un cortocircuito ignorando que el fuego se había iniciado en un coche que no posee equipamiento eléctrico que funcione con 1500 VCC. Además, los trabajadores explicaron que las llamas se propagaron de forma llamativamente “pareja y veloz” a lo largo del coche. Una vez que se logró apagar el fuego, los maniobristas intentaron, sin éxito, poner en marcha una formación Alstom Metrópolis que se encontraba detenida en la via contigua. Al revisar el convoy, detectaron que una manguera estaba cortada.
Siempre de acuerdo a la versión de los trabajadores, el miércoles 23 un grupo de mécanicos del Taller Canning (ubicado entre las estaciones Scalabrini Ortiz y Plaza Italia de la línea D) intentó mover el coche 25 de la formación “L” Materfer. Al notar que los controles no respondían, informaron del inconveniente al supervisor quien, al revisar el coche, detectó unos cables seccionados prolijamente con un alicate ó algún elemento cortante de similares características. Al ser enviado a reparación, el nuevo equipo a cargo encontró una inscripción en el chasis del coche que decía “el turno noche es de UTA y cortamos los cables”. Además, incluía una frase con insultos hacia Néstor Segovia, representante de la AGTSyP en la línea C.
Al final del texto difundido por la oficina de prensa de la AGTSyP, se cuestiona que no se encuentren a los responsables de estos hechos cuando existen registros de entrada y salida de personas a los talleres, además de cámaras de video que registran los movimientos. A pesar de las denuncias y de las acusaciones cruzadas con la UTA y Metrovías, no existe una investigación oficial para dilucidar estos hechos que pueda poner a salvo la inocencia de uno u otro bando.