La llegada de la línea H hasta la congestionada línea B es un paso que se espera con ansiedad entre los pasajeros, que buscan una urgente solución a un medio de transporte que muestra señales de dirigirse al colapso en los próximos años si no se realizan las inversiones en infraestructura y material rodante necesarias. Mientras las gestiones de Jorge Telerman y Mauricio Macri se dedicaron a despilfarrar los fondos para las obras del Subte, otros actores presionan en medio de la confusión para lograr ventajas que redundan en una ineficiencia en la asignación de recursos y personal de obras, lo que retrasa notablemente su desarrollo y puesta en servicio.
La estación Corrientes no escapa a esta lógica, y sus trece baños lo confirman. De ellos, solamente dos son para uso de los pasajeros mientras los restantes se distribuyen entre personal de tráfico, de boleterías y policía. En el primer nivel de la estación, están los baños públicos dentro de la zona de molinetes. Además, se instaló un toilette para personal de boletería y dos vestuarios para personal policial equipados con duchas antivandalismo. Como si fuera poco, no tiene canillas sino botones que permiten el flujo del agua por un determinado tiempo. “Es para que no dejen el agua corriendo”, explicaron los ingenieros de SBASE.
Vestíbulo de la estación Corrientes
Detrás de los baños, está la sala de ventilación que abastece a este entrepiso: consta de dos potentes circuladores de aire munidos de filtros, que evitan que ingrese aire contaminado a la estación. Un equipamiento similar se utilizó para el entrepiso sur y la zona de andenes, aunque estos son de una potencia superior. En esta estación, se descartó la señalética retroiluminada que se observa en el tramo B (en servicio) y se optó por carteles de chapa enlozada. Los del vestíbulo norte, además, informan las combinaciones con las líneas de colectivos que pasan cerca de la estación.
En lo que hace a decoración, los accesos están revestidos con venecitas celeste pálido, mientras que para los pasajes de conexión y combinación se utilizó el mismo material pero en rosa pálido. Los vestíbulos y andenes fueron recubiertos con placas de losa blanca con tratamiento antigraffiti, idénticas a las del tramo B. Las juntas que unen las distintas secciones de la bóveda de la estación fueron destacadas con una pintura gris oscuro y poseen una iluminación diferente al resto del recinto.
Camino rodante de combinación con línea B en zona no paga
En el extremo sur del vestíbulo norte, se encuentra una de las grandes novedades de Corrientes: los caminos rodantes. Están repartidos en dos pasillos, uno en cada sentido, que comunican con el vestíbulo de la estación Pueyrredón de la línea B. Al estar ubicados en la “zona no paga” (fuera de los molinetes), permiten el ingreso, egreso y circulación por el nodo combinatorio sin necesidad de abonar la tarifa. Esta estación está prevista para soportar un elevado nivel de tránsito de personas, por lo que fue equipada con cuatro bocas de acceso, diez escaleras mecánicas, seis ascensores y los dos caminos rodantes. En el vestíbulo sur, se encuentran los pasillos para combinar directamente con los andenes de la línea B además de más baños para el personal. Allí también se ubicó una sala de ventilación idéntica a la de su contraparte norte.
Al cruzar los molinetes, se accede a los andenes mediante sendas escaleras de granito colorado, de las que se dejaron sin pulir los bordes externos de los peldaños para actuar como bandas antideslizantes. Allí, los baños vuelven a ser mayoría. Al traspasar una puerta ubicada en el andén oeste, una escalera conduce al nivel del bajo andén ingresando por lo que será la futura sala de recreación del personal de tráfico. Es un salón de generosas proporciones, en donde cabe tranquilamente un juego de sillones o una mesa de ping pong o metegol. A lo lejos, un pasillo comunica con los vestuarios para el personal de tráfico: casilleros y bancos dispuestos como en un típico vestuario de club, y al fondo tres duchas antivandálicas. El sistema de ventilación presta aquí un servicio esencial en las profundidades: la evacuación del vapor mediante dos rejillas extractoras ubicadas delante de las cortinas de baño. Un termotanque de generosas proporciones calienta el agua para la higiene del personal.
Termotanque para baños y vestuarios de la estación
En los andenes también hay baños en el extremo sur de cada plataforma, aunque estos son de acceso rápido para el personal de tráfico en pleno servicio. También se encuentran en ese sector las salas de señales, mientras que en el extremo norte del andén este se instaló el moderno centro de potencia de la estación. Desde allí se controla el abastecimiento eléctrico de las instalaciones en conexión directa con las subestaciones rectificadoras (SER): Corrientes será el límite norte del area servida por la subestación Venezuela, ya que con la construcción de la estación Córdoba está prevista la instalación de una nueva SER bajo la calle San Luis.
Corrientes es una estación de récords, y no sólo por cantidad de baños. Hasta ahora, es la más profunda de la red registrándose una distancia de 23 metros entre la superficie y el riel. Es también la primera vez en Buenos Aires que una línea de subtes pasa por debajo de una estación: Pueyrredón está ahora sostenida por la bóveda de Corrientes. Esto se logró no sin desafíos gracias a que la línea B carece de solera hormigonada. En ese sentido, mientras se inyectaba el hormigón de la bóveda de la H, algo de mezcla alcanzó el balasto de Pueyrredón generando una costra e inclinando la vía hacia el andén. No obstante, esto fue rápidamente subsanado.
Combinación con línea B, estación Pueyrredón.
Otro de los récords lo da la rampa excavada sobre la calle Tucumán, esencial para poder extraer la tierra e introducir los materiales a la obra: es la más larga y profunda construída por SBASE hasta la fecha. Y esto no es de extrañar si se consideran las generosas dimensiones de Corrientes. Mientras el túnel, construído con método full face, tiene una sección de 50 m2, la estación es cuatro veces más grande. Al norte, se construyó la sección de túnel que la comunicará con la futura estación Córdoba. Hasta que se ejecute dicha obra, incluída en la licitación lanzada por SBASE a fines de julio, este sector servirá como cola de maniobras para proveer una mayor flexibilidad operativa: allí fue trasladado el cambio oeste-este que estaba en Once, al igual que sus paragolpes.
Una estación con tres niveles
¿Cuándo se inaugurará Corrientes?
La fecha de inauguración de Corrientes ya sufrió modificaciones. En un primer momento, se habló de que estaría lista para operar en marzo de 2009, aunque el recorte de fondos impuesto por el gobierno de Mauricio Macri a las obras del Subte impidió completar los trabajos. Luego de la llegada de fondos frescos en diciembre pasado, se estimó que estará lista para ser puesta en servicio en diciembre. Contractualmente, la obra civil fue entregada en forma provisoria en junio de 2009, y en forma definitiva un año después por lo que se considera ya expirado el año de garantía reglamentario. En la actualidad, se están ejecutando los contratos complementarios como instalaciones de potencia y señales, que deben ser entregados ya con las pruebas pre-operativas a realizarse el 15 de noviembre. A partir de ese día, la fecha de inauguración de la estación quedará a criterio de las decisiones políticas. Por el momento, la versión más firme indica que en diciembre empezarían a correr los trenes, aunque otras fuentes hablan de “principios de 2011”. Para ello, está previsto traer dos formaciones Siemens adicionales, que obviamente no serán nuevas.