Por estas horas circulan fuertes versiones de un posible paro del servicio para la jornada completa de mañana en caso de confirmarse la expulsión de algunos delegados de base. El desafuero estaría a cargo de la Unión Tranviaria Automotor (UTA), quien nuclea a los trabajadores del subterráneo.
En pocos minutos más se reunirá el Congreso de la UTA, donde se definirá la suspensión y/o la expulsión del gremio de algunos delegados, argumentando “violación de normas estatutarias”. Si bien aún no se conocen los nombres de los delegados en conflicto, algunas versiones indican que estarían involucrados los principales delegados de base.
El Cuerpo de Delegados no está alineado a la política de la UTA, y son quienes tienen mayor peso sobre las decisiones vinculadas a los reclamos gremiales. Según denuncian los delegados, Metrovías y la UTA son la misma cosa, cuando esta última es quien debería abogar por los derechos de los trabajadores.
El primer paro del año ocurrió el pasado 12 de mayo cuando un nuevo conflicto interno entre los Delegados de Base y la UTA, originado en un fraudulento llamado a elecciones gremiales para los sectores de limpieza y auxiliares de estación, trajo como resultado un cese sorpresivo del servicio de todas las líneas a excepción de la nueva línea H.