Lucila Maldonado, vocera de la empresa Metrovías, consideró que la medida de fuerza “impacta sobre el movimiento de toda la Ciudad”, porque “indirectamente” afecta el normal servicio de colectivos y aumenta el flujo de autos particulares, especialmente en el centro porteño.
Según la vocera, el paro se sustenta en “un grupo de empleados del subte que persigue un objetivo político”, al pretender separarse de la Unión Tranviaria Automotor (UTA), y por tanto “utiliza al subte como escenario de su movida política”.
“No hay un reclamo laboral, se persigue un objetivo político. Es una locura que tomen el subte como escenario de un campo de batalla. Lo que reclaman, que lo vayan a reclamar al ámbito correspondiente, pero no dentro del subte”, sostuvo.
Maldonado dijo que si los líderes del paro “no se tiran a las vías, no pueden parar, porque muchos empleados no se pliegan. Tienen que hacer un piquete” para cortar el servicio.