El saliente gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti (PS), se expresó días atrás acerca de la reavivada iniciativa de construir un subterráneo en Rosario. El mandatario dijo que “Para ser práctico y realista el subte es inviable”, aunque aclaró luego que sus expresiones eran a título personal y no como titular del Ejecutivo provincial. “El índice de crecimiento de la ciudad no va a tener por muchos años una enorme cantidad de habitantes, por lo que sostener el servicio de Subte en Rosario es tremendamente oneroso”, explicó.
En tanto, defendió las virtudes de un sistema tranviario para la tercera ciudad más poblada del país. “La provincia de Santa Fe ha hecho todos los estudios, estamos trabajando en los pliegos de licitación para tener un tranvía desde Puerto General San Martín hasta Villa Gobernador Gálvez, con una primera etapa que vaya desde el Hospital (Eva Perón) de Granadero Baigorria hasta la estación Central Córdoba […] el tranvía es un transporte viable, mucho más angosto y que puede funcionar las 24 horas del día, mientras que el subte no funciona de noche, porque requiere de mucha más seguridad en cada una de las estaciones por las que pasa, por lo tanto creo que, mucho más allá de que los sueños uno los puede tener, para ser práctico y realista es inviable”, argumentó.
Además, apuntó que hay que considerar los costos operativos del posible subterráneo: “Hay que mantenerlo el sistema, ¿y quién lo paga eso? Si ya tenemos problemas en la ciudad para sostener la flota de ómnibus, imagínese lo que sería una flota de subterráneo“.
En tanto, la Asociación Amigos del Riel de Rosario defendió el proyecto, aunque desde una mirada de largo plazo. Carlos Fernández Priotti, presidente de la entidad, opinó que se debe avanzar en principio con la implementación de servicios ferroviarios metropolitanos y la recuperación de líneas troncales de trolebuses; recién completado ese proceso, abocarse a la posibilidad de construir Subte.
Respecto a los suelos, explicó que el de Rosario “es uno de los mejores del país para ejecutar la obra. Un transporte soterrado es totalmente viable. El suelo es muy firme y las napas están profundas, puede haber perforaciones sin necesidad de trabajar abriendo superficies como hubo que hacer en Buenos Aires. Esto baja los costos de la obra. Es una ventaja que no tienen otras ciudades del mundo”, en tanto recordó que dicha alternativa ya se había estudiado en la década de 1930.