El presidente del Metro de Santiago, Rodrigo Azócar, denunció recientemente la existencia de un “lobby escandaloso, grosero” por parte de la fabricante española CAF, que habría presionado para que se la beneficiara en una licitación en la que competía con Alstom, Bombardier y CSR.
El conflicto se remonta a inicios de 2014, cuando Metro de Santiago adjudicó a Alstom una licitación para practicar una reforma integral de media vida a los trenes más antiguos de la red, los Alstom NS-74, fabricados entre 1974 y 1981 en Francia, que actualmente circulan en las líneas 2 y 5 de la capital trasandina. Con esta reforma se esperaba extender en 20 años la vida útil de los coches.
Sin embargo, el contrato con Alstom fue paralizado al detectarse una presencia de asbesto mayor a la esperada en las partes internas de las unidades. “Si no llegábamos a acuerdo íbamos a litigio”, explicó Azócar. Ahí fue cuando intervino CAF: “Ellos querían que hubiéramos parado el proyecto, litigado con Alstom y asignado al segundo de la licitación, que eran ellos, la modernización o vendernos trenes nuevos. Eso nos dijeron. Nosotros les dijimos que no íbamos a hacerlo. Estamos ofendidos con el lobby”, aseguró el presidente del Metro.
[quote_box_right]El presidente del Metro de Santiago denunció públicamente la existencia de “un lobby escandaloso, grosero” por parte de CAF, en el que también habría intervenido la propia Embajada de España en Chile. La compañía española pretendía que se cancelara un contrato con Alstom y se la favoreciera en una licitación que había perdido.[/quote_box_right]
Azócar efectuó una grave denuncia pública contra la empresa española: “Efectivamente hay lobby de CAF. En esto está el estudio de abogados que representa a CAF en Chile y la Embajada de España directamente. Y es más, no tengo problemas en decir que hay un lobby escandaloso, grosero, que puede afectar una relación económica de largo plazo con un proveedor importante como CAF. Con este lobby, CAF está afectando su relación con Metro“, sentenció.
Cabe recordar que la empresa española proveyó la totalidad de los trenes de la línea 1 (NS-07 y NS-12) y se encuentra actualmente entregando los modernos AS-14 de conducción automática para las aún no inauguradas líneas 3 y 6, parte de los cuales se vieron recientemente afectados por un incidente en el puerto de Valparaíso.
Finalmente, Metro de Santiago canceló la reforma de los NS-74 pero llegó a un acuerdo favorable con Alstom, que fabricará 245 coches nuevos para las líneas 2 y 5 y que serán ensamblados en las propios talleres que posee el Metro de Santiago. Con esto, el contrato original pasó de 236 millones de dólares a 314 millones.
Azócar, quien asumió como presidente de Metro en 2014 luego de un colapso energético, defendió la operación, deslizando críticas a CAF: “Si a 314 millones se restan 80 millones [ya invertidos en el convenio con Alstom] y se divide por los 245 coches, da 960 mil dólares por carro, mucho más barato que el precio de adjudicación de los últimos coches CAF para la líneas 6 y 3, que fue 1,2 millones de dólares el coche. Aún así, sin restar esos 80 millones, el precio por coche llega a 1 millón 285 mil dólares”. Casi lo mismo que pagó SBASE al Metro de Madrid por los coches usados CAF 6000.