Finalmente, se dio el peor escenario: los talleres ferroviarios de Pérez, en crisis desde el año pasado por falta de trabajo, cerraron sus puertas definitivamente este jueves. La planta había sido fundada por el Ferrocarril Central Argentino hace cien años.
La administradora de los talleres, Rioro, que pertenece al grupo Emepa, comunicó este jueves a los alrededor de 70 operarios que continuaban desempeñándose en la planta que quedaban “desvinculados” por el “cese de actividades” desde el día de hoy.
Semanas atrás los trabajadores habían recibido una oferta para acogerse a un programa de retiro voluntario, lo que hacía prever un cierre de los talleres, ubicados en las afueras de Rosario. El año pasado Rioro ya había ofrecido retiros voluntarios, que fueron aceptados por unos 80 empleados.
La firma se especializaba en la reparación de material ferroviario de pasajeros y de carga. Desde 2014 había tenido una importante reactivación refaccionando vagones de carga (cubiertos y portacontenedores) y coches de pasajeros (remolcados y eléctricos) para Trenes Argentinos y aún para Subterráneos de Buenos Aires (coches Siemens y del Premetro). Una vez terminados esos trabajos, Pérez dejó de recibir encargos.
“El gobierno nacional dio de baja todas las licitaciones con referencia a la actividad ferroviaria porque estaban ingresando todos los materiales desde China”, explicó Pablo Serra, abogado de la Unión Obrera Metalúrgica seccional Rosario. Vale decir, ante la llegada de material rodante cero kilómetro se decidió suspender la reparación de vagones más antiguos.
La falta de actividad en Rioro es sintomática de la crisis que aqueja a casi todos los talleres ferroviarios especializados en reparaciones del país. Situaciones similares afectaron a los talleres de la COOTTAJ de Junín y de Consulting Ferroviario en Justo Daract, San Luis. A esto se suma la cancelación del proyecto de construcción de vagones de carga nacionales en Fabricaciones Militares dispuesta por el gobierno.
