Hay una forma de burlar el aumento del 28,6% que comenzó a regir desde anoche en el boleto de subte. Y hay decenas, quizá cientos de usuarios que ya se han preparado espontáneamente para instrumentar esa estrategia.
La idea, no por simple, deja de ser efectiva: acopiaron gran cantidad de Subtepass, que hasta ayer valían $0,70 por viaje, para utilizarlos durante 2008, cuando por cada viaje ya se abona $ 0,90. Hay quien, incluso, decidió comprar más de lo que necesita con la idea de revender el excedente en un futuro cercano.
El Subtepass es una de las formas con las que se puede pagar el acceso a la red de subterráneos, que opera Metrovías. Consiste en una tarjeta de cartón con una banda magnética que se comercializa en cinco versiones: para 1, 2, 5, 10 y 30 viajes.
Víctor viaja diariamente desde su casa, en las cercanías de la estación Lacroze de la línea B, hasta su trabajo, en la estación Alem. Consume dos viajes por día hábil, pero desde hace un mes viene acumulando Subtepass de 10 viajes en previsión por el aumento: cada vez que ve una boletería con poca cola se acerca y se desprende del efectivo que lleva encima. Ya se aseguró 340 pasajes a $ 0,70, que podrá usar mientras viaja apretado con pasajeros que pagaron $ 0,90. “Son dos pesos por tarjeta que te ganás. O sea que ya gané 68 pesos”, contó Víctor, con gracia.
Su caso no es el único. De hecho, ya convenció a varios compañeros de trabajo de hacer lo mismo. Un boletero de la estación Plaza Italia (línea D) confirmó que el fenómeno de gente que compra tarjetas al por mayor se hizo más evidente en los últimos días: “Ayer vino uno y compró cinco tarjetas de 30 viajes. Otros vienen y te piden 20 tarjetas de 5 viajes o 20 tarjetas de 10 viajes”.
La vocera de Metrovías, Lucila Maldonado, ratificó que los Subtepass seguirán siendo válidos después del aumento y negó que en la empresa hubieran registrado una sobreventa significativa en los últimos días.
Víctor recomendó a sus compañeros de trabajo que a partir de hoy no usaran más la Subtecard, el otro medio utilizado para abonar el subte, y que empiecen a acopiar subtepass. La subtecard es una tarjeta plástica que Metrovías promociona como más segura y más práctica, y en una época hasta convenía económicamente. Pero tiene un problema: a diferencia de la otra tarjeta, no acumula viajes sino dinero. Es decir que con los molinetes reprogramados para descontar $ 0,90 por viaje, el usuario ya pierde automáticamente el 22,2% de los viajes que podía hacer con su tarjeta, aunque haya cargado el dinero antes del aumento. Para compensar a los clientes que usan subtecard , se extenderá hasta el 31 de enero el precio de $ 0,70 a los usuarios que paguen con ese medio, informó la vocera de Metrovías.
“Yo voy a dejar de usar mi tarjeta hasta que se me gasten los subtepass “, dijo Alina, diseñadora gráfica de una firma multinacional. El jueves último se “estockeó” con 14 tarjetas de cinco viajes, que espera gastar a lo largo de varios meses.
Para algunos, el beneficio de adelantarse al aumento abrió la puerta de un potencial negocio. Una persona que se identificó como “Fernando” publicó en un blog de Internet una original propuesta. “Con un grupo de compañeros se nos ocurrió comprar los subtepass antes del 31 de diciembre y ahora ofrecerlos a $ 0,80 cada uno, así en lugar de darles ese 30% de diferencia a los empresarios, lo repartimos entre los usuarios”, escribió.
A otro blogger de nombre Leonardo se le ocurrió una idea parecida: “Me gustaría contactarme con usuarios regulares del servicio para a partir de ahora vendérselos a $ 0,80 en lugar de los $ 0,90”, escribió en un par de foros virtuales.
por Oliver Galak para La Nación