La última publicidad del gobierno porteño parece haber generado un efecto contrario al esperado. Lanzada a mediados del mes pasado, la campaña #Agradeselfie invita a los ciudadanos a tomarse una fotografía junto a aquellas personas que tengan “buenos gestos” que favorezcan la convivencia urbana.
Pero el tiro salió por la culata: los usuarios del Subte tomaron la campaña con ironía y comenzaron a usar el hashtag en un sentido diferente al propuesto, aprovechando la movida virtual para reclamar al GCBA por el mal servicio de la red.
A través de la red social Twitter (ver abajo) los pasajeros hicieron oír sus quejas por las demoras en la línea D (que encabezó las interrupciones en junio y fue la segunda más afectada en mayo), por el estado de los trenes y deficiente servicio de la línea E, por la congestión en coches, filtraciones, y escaleras y ascensores fuera de servicio en las líneas B, D, E y H. Otros reclamos estuvieron relacionados con evacuaciones de trenes, falta de presencia policial y hasta con el cierre de los accesos que vinculan la estación Constitución del Subte con la terminal del ferrocarril Roca, una práctica habitual desde la habilitación del nuevo acceso central.