27 noviembre 2024

Sigue el circo del subsidio

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El Gobierno destinará hasta agosto 40 millones de pesos más por mes a subsidiar el transporte público, para cubrir el aumento salarial acordado con los colectiveros y los ferroviarios. La Unión Tranviarios Automotor (UTA) confirmó que el incremento será una suma fija mensual retroactiva a enero equivalente al 13% de los salarios básicos de cada actividad. Tendrá un piso de $ 300 y un tope de 400 pesos. Para no trasladar la suba a las tarifas, el Ejecutivo aceptó reinstalar los subsidios que había descontado a principios de año a las empresas de transporte, a cambio del aumento en los boletos.

El caso de los colectiveros y ferroviarios será utilizado como ejemplo por el Gobierno para encauzar en el mismo sentido el resto de las paritarias en marcha. Es decir, con aumentos no remunerativos para los próximos seis meses. En ese lapso, el Ejecutivo, a través de la Secretaría de Transporte, habrá girado cerca de 400 millones de pesos adicionales a las compañías para compensar la suba.

Los subsidios para cubrir los incrementos en las empresas de colectivos de corta y media distancia alcanzarán los 33 millones de pesos mensuales. Para las concesionarias de trenes serán de cinco millones y para Metrovías, que explota el servicio del subtes, de un millón y medio. Aunque el Ejecutivo presentó los últimos aumentos tarifarios como un mecanismo para reducir los subsidios, la pauta oficial de este año prevé un incremento de $ 770 millones de pesos en aportes estatales.

En enero, el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, alegó que la suba del boleto de tren, colectivo y subte representaba una reducción de 800 millones de pesos en subsidios. Cuando este diario informó que los aportes no se reducirían sino que aumentarían –para todo el año se presupuestaron $ 6.722 millones en subsidios al transporte–, los funcionarios reinterpretaron las palabras de Jaime y dijeron que en realidad las subas tarifarias apuntaban a “congelar” el gasto en subsidios y no a reducirlo.

La UTA pactó que el incremento será retroactivo al 1 de enero, fecha en que dejó de regir el último acuerdo salarial. Para compensar enero y febrero, los colectiveros recibirán entre 100 y 130 pesos adicionales (los que deberían cobrar el piso de $ 300 percibirán 400 pesos y los del tope, de $ 400, obtendrán 530 pesos).

El aumento será para más de 90 mil choferes de corta y media distancia de todo el país. En la UTA dijeron haber alcanzado también un acuerdo con las empresas de larga distancia, aunque en este caso dan por hecho que habrá aumento de tarifas. Esa suba puede tener efecto en los traslados por la Semana Santa y en los de vacaciones de invierno.

Para reforzar la señal al resto de los gremios, el Gobierno incluyó en el entendimiento a la Unión Ferroviaria y a La Fraternidad (maquinistas de trenes). Ambos sindicatos aceptaron la misma pauta de aumento de suma fija equivalente al 13% de los básicos. También en estos casos el tope será de $ 400 y el piso, de 300 pesos. Por caso, un ferroviario con un sueldo básico de $ 2.800 mensuales cobrará, entre marzo y agosto, un adicional no remunerativo de 364 pesos. Pero un trabajador con un básico de 2.200 pesos no cobrará el equivalente al 13%, es decir 286 pesos más, sino los $ 300 de mínimo garantizado.

Fuentes oficiales admitieron que en términos de masa salarial el incremento en todos los sectores del transporte será del orden del 8% y no del 13 por ciento. La diferencia radica en que el aumento no será remunerativo –y, por lo tanto, no generará cargas sociales ni contribuciones patronales– y porque al computarse sólo sobre el salario básico no incluirá otros rubros que engruesan el ingreso promedio, como la antigüedad o los adicionales por presentismo o categoría.

Tanto la UTA como los gremios ferroviarios acordaron que los incrementos serán “a cuenta” de la negociación salarial integral que quedó postergada hasta septiembre. Para los sindicatos, esa consideración implicará que si en el último cuatrimestre del año obtienen un aumento superior al pactado por suma fija, las empresas (o el Estado, a través de subsidios) deberán cubrir la diferencia.

Un dirigente lo explicó así: “Un conductor que gana $ 3.000 de básico, ahora recibirá un adicional de 390 pesos. Pero si en septiembre pactamos un aumento porcentual de 15%, que para ese trabajador representaría unos 450 pesos, las empresas deberán pagarle la diferencia de 60 pesos durante los seis meses que estuvo en vigencia este acuerdo de transición que estamos firmando ahora”. Los funcionarios consultados dijeron que el pedido de una suba retroactiva quedará sujeto a las próximas negociaciones.

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