El gobierno de Senegal inauguró una línea ferroviaria electrificada de 40 kilómetros de longitud entre Dakar -capital del país- y Diamniadio, una nueva ciudad industrial planificada que está en plena construcción en medio de una zona desértica de la nación del oeste de África, que fuera colonia francesa hasta 1960.
El tramo puesto en funciones es la primera fase de un proyecto mayor, que busca conectar Dakar con el aeropuerto internacional y proveer una opción de transporte confiable a las millones de personas que viven en la zona y que hoy se trasladan principalmente en autobuses y taxis por calles muy congestionadas.
Las obras requirieron una inversión de 1400 millones de dólares que fueron aportados por el Banco de Desarrollo Africano, el Banco Islámico de Desarrollo, la Agencia Francesa para el Desarrollo, el Tesoro francés y el gobierno de Senegal.
Los trabajos consistieron en la actualización de un ramal ferroviario de trocha métrica ya existente. En esta primera fase, se renovó la vía única en métrica -que será exclusiva para trenes de carga- mientras que se construyó un tendido de vía doble en trocha estándar (1435 mm) electrificada y señalizada con el sistema ETCS (European Train Control Systems) nivel 2. Se espera que el ramal, cuando esté completo, transporte 115.000 pasajeros por dia.
La nueva infraestructura servirá a 14 estaciones intermedias con 15 trenes Alstom Coradia Polyvalent con aire acondicionado, que son capaces de funcionar tanto con energía eléctrica a 25.000 volts como con motores diésel. Además, se incorporaron sistemas de Wi-Fi, comunicaciones, avisos a los pasajeros y un sistema integral de venta de pasajes para todas las estaciones.