El gobierno mexicano inauguró la primera etapa de la nueva línea ferroviaria interurbana México – Toluca, que llevaba varios años en obra.
La línea quedó inaugurada con un acto oficial encabezado por el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y el secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes de ese país, Jorge Nuño Lara.
El servicio fue bautizado con el nombre de “El Insurgente”, en honor a Miguel Hidalgo, prócer de la independencia mexicana.
La primera etapa habilitada consiste de un recorrido de 20 km de extensión, todos ellos en viaducto, y cuatro estaciones: Zinacantepec, Toluca Centro, Metepec y Lerma. Todas ellas se encuentran localizadas en el territorio del Estado de México.
En los próximos meses continuarán en obra los 38 km restantes, entre los cuales se encuentran un tramo en túnel bajo la Sierra de las Cruces y el resto de la línea en territorio de la Ciudad de México, donde se construirán otras tres estaciones: Santa Fe, Vasco de Quiroga y Observatorio.
Esta última estación permitirá la combinación con la línea 1 del Metro de la Ciudad de México -actualmente en proceso de modernización- y con la línea 12 -que está siendo extendida hasta ese punto-.
El servicio es prestado con una flota de 20 trenes CAF Civity de cinco coches cada uno, que circulan a una velocidad máxima de 160 km/h. Cada formación cuenta con una capacidad de 329 pasajeros sentados y 719 totales. De acuerdo a la evolución de la demanda, se estima que podrían circular dos trenes acoplados (10 coches), para un total de 1438 pasajeros por formación.
Se calcula que una vez completado el proyecto el viaje entre terminales demandará apenas 39 minutos, lo que implica un ahorro sustancial de tiempo en comparación con lo que demandan los desplazamientos en la actualidad.
Cabe recordar que la línea México – Toluca será el segundo ferrocarril suburbano con el que contará la Ciudad de México y sus áreas circundantes: se suma al Tren Suburbano del Valle de México (Buenavista – Cuautitlán), que fue inaugurado en 2008.
El -hasta ahora- relativo escaso peso de las líneas ferroviarias en la capital mexicana contrasta con el notable desarrollo alcanzado por el Metro de la Ciudad de México -el más grande de América Latina, de más de 200 km de extensión-, que es complementado por una línea de tren ligero y dos de teleféricos (cablebús), así como por 10 líneas de trolebús.
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