Pocas semanas atrás, Subterráneos de Buenos Aires perdió el control sobre las obras del Subte. Y ahora parece haber perdido hasta su sitio web. Desde el pasado fin de semana dejó de ser accesible el sitio de la empresa, que ahora redirige a una página institucional genérica del GCBA sobre el Subte. Sólo inspeccionando algunas subpáginas aparece el nombre de SBASE, en contenido copiado del anterior sitio.
Subterráneos tenía presencia en la red desde 2002. Durante la gestión de Edgardo Kutner, que la presidió hasta 2007, en el sitio se publicaban con regularidad informes de control de la concesión, especificaciones técnicas y todas las licitaciones realizadas por la empresa. Con el macrismo el sitio sufrió dos rediseños, cada vez con menos información. En 2010 desaparecieron sin dejar rastro los informes mensuales.
El traspaso de Subterráneos de Buenos Aires a la Jefatura de Gabinete que comanda Rodríguez Larreta tiene mucho que ver con lo ocurrido con el sitio web. Desde que aceptó el traspaso, el GCBA busca explotar la marca Subte sin intermediarios. SBASE, como organismo técnico especializado, es un obstáculo en ese sentido. Ahora tiene un espacio de menor categoría que el Plan de Movilidad Sustentable, que engloba bicisendas y Metrobús.
Las últimas semanas vieron sucederse varios acontecimientos preocupantes para el futuro de la red. El traspaso de SBASE de Desarrollo Urbano a la Jefatura sería un hecho menor producto de juegos de poder si no hubiera traído aparejado el desmembramiento de la empresa, que perdió el control sobre las obras de extensión de la red. Subterráneos de Buenos Aires ya no se ocuparía más de eso, no al menos sin participación del MDU. Se trata de la función definida como su finalidad a partir de 1996.
Por la cabeza del gobierno de Macri no pasa devolver a SBASE a la operación, tampoco dedicarla a la planificación. Alguien tiene que ocupar los espacios que la empresa relega, desde luego. Es el juego de las consultoras y las empresas tercerizadas. Consultoras como la tan mentada auditoría de Barcelona o las que podrán beneficiarse ahora en el terreno de las obras. Tercerización como la que ya mismo se está poniendo en marcha en mantenimiento, pintura y limpieza. Hasta la prensa de la empresa está mayormente tercerizada.
Es llamativo, porque el macrismo se mostraba preocupado por el supuesto exceso de personal del Subte, cuyos talleres están de hecho subutilizados, pero en lugar de optimizar los recursos existentes el dinero público se destina a beneficiar empresas privadas. Más empresas privadas.
En ese esquema, SBASE no es más que una oficina de gestión de pagos. Su identidad corporativa es un obstáculo. Remite a una experiencia pasada y a una capacidad que ya no existe. Dificulta, acaso, que Mauricio Macri pueda capitalizar directamente cualquier obra en el Subte. Para las culpas existe Metrovías.