Los Mitsubishi donados por Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) al Metro de Tokio se encuentran en pleno proceso de restauración. Las tareas avanzan a paso firme en Japón, donde al menos dos coches recibieron profundas reparaciones de carrocería y pintura.
Una vez finalizadas esas tareas de limpieza y restauración, los coches en cuestión, desprovistos de sus bogies, han sido trasladados al depósito de Nakano. Con chapa y pintura los Mitsubishi han vuelto a brillar como antaño en su emblemática librea roja y blanca.
Según pudo saber este medio, el Metro de Tokio prepara un gran evento de conmemoración para el próximo 30 de diciembre, cuando se cumplirán 90 años de la línea Ginza, la primera que tuvo Tokio. Si bien los Mitsubishi nunca circularon en esa línea, sino en la Marunouchi, la idea es que el material preservado se sume a la celebración.
SBASE donó cuatro coches (771, 734, 584 y 752), de los cuales sólo tres se utilizarán para el servicio conmemorativo. Un cuarto quedará en reserva como proveedor de repuestos. Los coches habían llegado al puerto de Yokohama el 11 de julio del año pasado, tras un largo viaje desde Zárate.
Los Mitsubishi (en rigor, Eidan Serie 500, tal su denominación oficial japonesa) son reverenciados en su país de origen por ser de un símbolo del “Milagro Japonés” al tratarse de la primera flota de trenes fabricada despúes de la Segunda Guerra Mundial, que devastó al país asiático. No en vano, se trata de los primeros coches que, tras ser vendidos al exterior y prestar más de veinte años de servicio, vuelven al país del sol naciente.
Cabe recordar que estos coches, fabricados entre 1954 y 1965, fueron adquiridos por el Estado Nacional -a instancias de Metrovías- a mediados de la década del 90 para renovar la flota de la línea B, . Se compraron 130 coches (128 para servicio y dos repuesteros), en excelente estado de conservación y en condiciones de marcha. Con la paulatina incorporación de los polémicos CAF 6000, SBASE retiró 32 coches: cuatro para Tokio y 28 para la venta. Algunos de ellos terminaron en Añelo, provincia de Neuquén. Aún quedan en circulación 96 Mitsubishi, que continúan siendo la principal dotación de la línea B. De momento no está previsto su retiro definitivo.