Conscientes de que cien años de historias porteñas estaban a punto de ser historia con el retiro de los coches La Brugeoise, dos fotoperiodistas estadounidenses radicados en Buenos Aires se propusieron documentar para siempre cada detalle de la idiosincracia de la línea A. Con ello, editaron un libro de fotografías que retrata los últimos días de los coches belgas. Los autores procuraron no dejar ningún aspecto fuera: lámparas de tulipa, gente que se reparte las manijas de apertura manual de puertas, guardas que despachan el tren con un silbato. Escenas que no van a repetirse, pero que a través de la obra de Beatrice Murch y Jerry Nelson quedan guardadas con una vitalidad especial.
Beatrice Murch es fotoperiodista y editora. Radicada en Buenos Aires hace poco más de un lustro, cuenta con trabajos publicados en el New York Times, el Wall Street Journal, Fox, The Telegraph y la BBC. En su derrotero recorrió toda América del Sur antes de encontrar su lugar en el mundo en Buenos Aires. Jerry Nelson, el otro autor, es conocido en todo Estados Unidos por su fotoperiodismo social, profuso y desafiante. Tiene trabajos publicados en CNN, USA Today, UpSurge y otros importantes medios. Llegó a Buenos Aires hace pocos meses y, al enterarse de la jubilación de los coches belgas, no quiso dejar pasar la oportunidad.
Murch resume la vieja línea A en una frase: “Podía combinar romanticismo con eficiencia y seguridad”. Los autores destacan, además, el “alto nivel de orgullo y artesanía” que supuso el mantenimiento de la flota belga. Los coches La Brugeoise ratifican, una vez más, su condición de ícono del patrimonio histórico y cultural de Buenos Aires.
Por el momento, el libro está disponible para su consulta y encargo en la plataforma Blurb, especializada en ediciones a pedido. Murch comentó a enelSubte que actualmente se encuentran en tratativas con más de una editorial interesada en publicar el libro, que llegaría en poco tiempo a las librerías. Convencidos de que el suyo es un aporte a la preservación del patrimonio, Nelson y Murch se ocupan de destacar que parte del precio de tapa será destinado a ONG dedicadas a la difusión y a la defensa “de este tesoro internacional”.