Recientemente finalizó la versión 2012 de la China International Rail Transit Exhibition en el Shanghai New International Expo Center. Es una de las exposiciones anuales más grandes del mundo en materia ferroviaria, y este año reunió a más de 200 expositores chinos y extranjeros de renombre.
En esta exposición se presentarondesde locomotoras a vapor de importante antigüedad hasta trenes de levitación magnética. El tren Maglev, de velocidad máxima de 430 km/h, convivió en la exhibición a unos pocos metros con un coche de los trenes comprados por Argentina recientemente a China. La compra de los coches chinos es una inversión a cargo del Estado nacional desde que en agosto de 2002 se dictó la Emergencia Ferroviaria. Tras ocho años de idas y vueltas contractuales y técnicas, las primeras dos formaciones fueron construidas en la planta de la empresa ChangChun Railway Vehicles en Shanghai y remitidas al país en abril.
Los trenes fueron diseñados por la Shanghai Alstom Transport Co. (SATCO) –una Joint Venture entre Alstom y CNR– y la parte eléctrica provista por Shanghai Alstom Transport Electrical Equipment Co (SATEE). En cuanto al diseño de interiores y exteriores, quedó a cargo de la empresa Buero-Staubach. Debe aclararse que, contrario a lo informado en enero por la cadena televisiva Telesur, estos coches no son la primera exportación de material rodante para subterráneos que realiza China: tanto Brasil como Venezuela adquirieron y tienen en funcionamiento equipos de dicha procedencia en sus sistemas de Subtes.
A diferencia del resto del parque ferroviario expuesto en la China International Rail Transit Exhibition (CIRTE), este ejemplar en exhibición, que será enviado en la segunda entrega prevista para este año, forma parte de una compra “de bajo costo” en comparación con otros modelos que la empresa exporta al mundo. Con mucha similitud a los coches Alstom serie Metrópolis adquiridos a Alstom por Argentina en 2001, y que actualmente corren en la línea D, estos trenes no poseen demasiado equipamiento tecnológico. Están prearados para circular por radios de curva cerrados “de 25 metros”, lo que los volvería aptos para los tramos sinuosos de las líneas A, C, D y E. Poseen Aire Acondicionado, sistema nativo de señales ATP, control computarizado de abordo, tanto de variables de comfort (temperatura de cabinas, iluminación, etc) como de seguridad (enclavamiento de puertas, verificación de frenos, etc).
Los trenes chinos, si bien son nuevos, ya cuentan con una historia de varios años, al menos en Argentina. La compra fue gestionada por el polémico ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, con varias causas judiciales abiertas en su contra, siendo una de ellas la de sobreprecios en la adquisición de material rodante a China. Asimismo, el Gobierno nacional ratificó, mediante la firma del decreto 1607/11, el modelo de Convenio de Crédito a suscribir entre nuestro país y empresas y bancos chinos para la compra de 65 coches de ese origen para el Subte porteño.
En febrero de 2010, se firmó el decreto 118/10 que aprobó la tan anunciada compra de 279 coches para el Subte a la vez que dio el visto bueno al modelo de Convenio de Facilidad de Préstamo a Plazo, por un monto de 84.968.550 dólares a suscribir por el Ministerio de Economía y China Citic Bank Corporation Limited y China Construction Bank Corporation (que consta de 35 Cláusulas y 3 Anexos), idéntica estructura que la aprobada en esta instancia, para la compra de 45 coches con opción a 40 adicionales. Esos 45 coches habrían costado 1.888.190 dólares cada uno; los 65 coches de los que habla el decreto 1607 costarían 3.087.500,77 dólares cada uno. Esto significaría un aumento de 63,52% en el precio de cada unidad respecto a poco más de un año atrás sin que se haya informado de variación alguna respecto a la calidad o requerimientos técnicos de los trenes.