Las obras de puesta en valor de 14 estaciones de Subte, que habían sido anunciadas en ocubre del año pasado, han sido postergadas sin fecha cierta.
Se trata de las estaciones Lima (línea A), Carlos Pellegrini, Uruguay, Pasteur-AMIA, Pueyrredón y Carlos Gardel (línea B), Diagonal Norte (línea C), Catedral, 9 de Julio, Tribunales, Agüero, Scalabrini Ortiz, Plaza Italia y Palermo (línea D).
Fuentes de Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) confirmaron a enelSubte que el proyecto será retomado una vez que terminen los trabajos de refacción de las estaciones que actualmente están en obra: Jujuy de la línea E -que está cerrada desde abril pasado y que será reabierta pronto- y Facultad de Medicina de la línea D -donde los trabajos se realizan con la estación abierta-.
Cabe recordar que otras cuatro estaciones intervenidas ya han sido reabiertas: Castro Barros y Acoyte de la línea A, General San Martín de la línea C y Bulnes de la línea D.
Según explicaron a este medio desde SBASE, el freno afecta tanto a las estaciones cuya reforma fue licitada en noviembre del año pasado (estaciones Uruguay, Pasteur-AMIA y Carlos Gardel de la línea B, y Catedral, Tribunales, Agüero y Plaza Italia de la línea D), que permanecen pendientes de adjudicación, como a aquellas cuyas obras todavía no fueron siquiera licitadas (Lima de la línea A, Carlos Pellegrini y Pueyrredón de la línea B, Diagonal Norte de la línea C, y 9 de Julio, Scalabrini Ortiz y Palermo de la línea D). “Todavía no tenemos fecha para el lanzamiento de esta licitación”, explicaron desde la empresa estatal porteña.
La propia SBASE, a su vez, ha supeditado el avance de los trabajos de restauración de murales que llevan tapados desde 2015 -tal el caso de los de Nueve de Julio y Scalabrini Ortiz- a las obras de mejoramiento de las estaciones, por lo que esto también supone nuevas demoras para estas tareas.
Cabe recordar que la “puesta en valor” prevista comprende la realización de trabajos de impermeabilización y tratamiento de filtraciones, tareas de pintura y recambio de solados y luminarias, trabajos de herrería, reordenamiento del tendido eléctrico, adecuación de cartelería, colocación de señalización braille, e instalación de nuevo mobiliario en andén, entre otras intervenciones.
El grado y naturaleza de las intervenciones varía notablemente según la estación: mientras algunas, como San Martín, tuvieron una modernización, otras estaciones “patrimoniales” recibieron intervenciones que no alteraron sustancialmente su aspecto previo. En el caso de Facultad de Medicina, por ejemplo, primero se habló de realizar una modernización, pero luego -tomando nota de su condición de Monumento Histórico Nacional y el descubrimiento de sus azulejos originales– se dio marcha atrás y se planteó la necesidad de una restauración. Se desconoce si las estaciones de la línea B, patrimonialmente muy degradadas, correrán la misma suerte.
Ahora la Ciudad dice que restaurará los azulejos originales de Facultad de Medicina