En la tarde de este miércoles los trenes de la línea B no se detuvieron en las estaciones Pasteur y Pueyrredón debido a una orden policial.
Minutos antes de las 16 horas la Policía Federal realizó un gran despliegue de efectivos y vehículos como contingencia ante los rumores que circulaban entre los comerciantes respecto de posibles saqueos en la zona. El pánico de los propietarios de Once llevó a que bajaran sus persianas y se redujera notablemente la circulación en superficie, en pleno período de compras navideñas.
Dichas escenas se repitieron tanto en la Avenida Pueyrredón entre la estación ferroviaria de Once y la avenida Corrientes, como sobre esta última avenida y en el centro comercial del Abasto.
Durante algunos minutos, mientras duró el despliegue del operativo, las estaciones Pasteur y Pueyrredón estuvieron cerradas al público. Finalmente fueron reabiertas al comprobarse la ausencia de saqueos en el área.