La Unión Tranviarios Automotor (UTA) advirtió sobre el “estado incierto” en la administración de los subtes y se quejó porque “desde el 3 de enero no se sabe quién es la Autoridad de Aplicación del servicio”.
“Lo concreto es que hay un vacío de autoridad muy claro y manifiesto que impide establecer el diálogo imprescindible para resolver todos los problemas propios de una época complicada en la historia del servicio”, enfatizó el titular del gremio, Roberto Fernández.
El sindicalista consideró que “así como los trabajadores no tienen en claro su futuro, los equipos e instalaciones se están deteriorando día a día poniendo en grave riesgo la seguridad y los pasajeros viajan cada vez en peores condiciones, con menos frecuencias, ya que se reducen dramáticamente las formaciones disponibles en condiciones de funcionar por problemas de mantenimiento”.
“La empresa concesionaria, Metrovías SA, ha anunciado recientemente que con los recursos que surgen de la propia recaudación, más los subsidios que le aportan la Nación y la CABA, la operación se suspendería por falta de financiamiento el próximo 30 de noviembre”, agregó.
Al apuntar a los gobiernos nacional y de la Ciudad de Buenos Aires, Fernández reclamó “enérgicamente que los actores involucrados encuentren a la brevedad las soluciones para esta situación que compromete la existencia misma del servicio de subterráneos”.
“Que cada parte asuma su responsabilidad. Nosotros no somos los reguladores, ni tenemos ningún compromiso ni beneficio comercial con la actividad. No sabemos y no nos corresponde decidir si los recursos deben provenir de subsidios de la Nación y la Ciudad, o en todo o en parte por un reacomodamiento del cuadro tarifario. Lo que sí sabemos es que los recursos tienen que aparecer”, subrayó.