Marruecos continúa avanzando en los proyectos para modernizar su sistema ferroviario.
Luego de adjudicar a la china CREC la construcción de una nueva línea de alta velocidad de 450 km de extensión entre las ciudades de Kenitra y Marrakech, la empresa estatal ONCF (Office National des Chemins de Fer) asignó a la francesa Alstom el contrato de fabricación de los 18 trenes de alta velocidad que circularán en esa línea.
De acuerdo con el director general de la ONCF, Rabie Khlie, la oferta de Alstom logró imponerse a la de otros importantes fabricantes -también competían las españolas Talgo y CAF, la china CRRC y la surcoreana Hyundai Rotem- debido a que fue la más competitiva “en el coste de los trenes, en el mantenimiento y apoyo logístico en toda la duración de vida de estos trenes […] y el acompañamiento del Tesoro francés con un préstamo”.
China construirá una nueva línea de alta velocidad en Marruecos
Vale recordar que, además de la línea entre Kenitra y Marrakech, el gobierno marroquí pretende construir otra línea de estas características entre Marrakech y Agadir, de 260 km aproximadamente. Estos dos tramos se sumarán a la línea de alta velocidad existente entre Tánger y Casablanca, que fue inaugurada en 2018, y que constituye la primera de esas características en todo el continente africano.
Más allá de estos nuevos sectores de alta velocidad, también se desarrollan inversiones en los sistemas de ferrocarriles metropolitanos en las ciudades de Casablanca y Rabat. Tanto los servicios metropolitanos como los de alta velocidad son operados por la ONCF, dependiente del Ministerio de Transporte y Logística marroquí.
Como parte de estas inversiones, la ONCF lanzó una mega licitación internacional para la compra de 150 trenes más, que se suman a los 18 citados de alta velocidad. La operación abarca 40 trenes interurbanos, 60 trenes de cercanías rápidos (TNR) y 50 trenes de red exprés regional (RER), que serían entregados entre 2027 y 2030.
El objetivo tanto de las obras de infraestructura como de la compra de formaciones es preparar al sistema ferroviario para permitir un rápido traslado entre las principales ciudades y sus áreas metropolitanas, de cara a la gran afluencia de visitantes esperada para el Mundial de Fútbol de 2030.
El ferrocarril, con el Estado como principal inversor, es visto por las autoridades del país norafricano como un instrumento de integración territorial, de desarrollo económico y facilitador de la movilidad, no solo de cara a los eventos masivos proyectados a futuro, sino también del día a día.