Tras importantes demoras, la contratación para la reparación del viaducto Sarandí de la línea Roca registra avances.
De acuerdo al acta de apertura de ofertas, a la que tuvo acceso este medio, dos consorcios compiten por las obras: la UTE Induvía – Eleprint y la UTE Zonis – Concretnor.
Las propuestas serán analizadas en las próximas semanas, a fin de determinar el adjudicatario que tendrá a cargo los trabajos.
El viaducto, tal como explicó enelSubte, se encuentra precaucionado hace más de un año en casi toda su extensión debido a problemas en la infraestructura. La situación afecta a los trenes de los ramales Bosques vía Quilmes y La Plata, en los que recientemente se ha oficializado un estiramiento de cuatro minutos en los tiempos de viaje producto de las restricciones de velocidad.
Pese a que la realización de intervenciones en el viaducto había sido incluida hace casi un año y medio en la “Emergencia Ferroviaria”, y a pesar de la afectación diaria que representan estas demoras para miles de usuarios, recién ahora la operadora ferroviaria lanzó el proceso para la realización de las tareas.
Los trabajos en el sector, por su parte, requerirán el desarme de la vía y su posterior renovación, así como intervenciones sobre desagües, fisuras, refuerzos y estructuras de hormigón. De acuerdo con documentos publicados por Trenes Argentinos, para avanzar con parte de las obras se deberá interrumpir el servicio.
La contratación para el viaducto Sarandí es una de una de las escasas obras contempladas o en curso para la línea Roca, pese a la vigencia de la citada emergencia.
Los trabajos que presentan mayor nivel de avance son aquellos vinculados al crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), como la elevación de andenes de la estación Avellaneda o la renovación de vías en tramos del ramal La Plata y la vía Circuito.
A estos se sumaron, recientemente, la compra de materiales para retomar la electrificación entre Bosques y Gutiérrez, trabajos de señalamiento en el ramal Ezeiza – Cañuelas, la renovación de vías Temperley – Burzaco y Turdera – Llavallol y de aparatos de vía destinados a esa misma obra, así como de mantenimiento en las estaciones Avellaneda y Plaza Constitución.
Otras fueron directamente dadas de baja, como los contratos de construcción de las nuevas estaciones Quilmes Sur, Universidad de Almirante Brown y Hospital Ezeiza -estas últimas dos transferidas a los respectivos municipios para su terminación-, cuya paralización le costó al Estado varios cientos de millones de pesos, o como las obras de señalamiento en el Tren Universitario de La Plata.
A estas se suma la cancelación de la licitación para la reforma de la estación Hipólito Yrigoyen, que está cerrada desde hace dos años por obras que nunca comenzaron.
La compra de nuevos trenes para la línea -destinados a jubilar a los veteranos Toshiba-, a su vez, fue eliminada del proyecto de Presupuesto 2026.Solo recientemente fue relicitada la compra de triplas diésel para los servicios suburbanos, parte de los cuales serían destinados a los corredores aún no electrificados de la línea.


