Cuando la concesionaria Metrovías S.A. se hizo cargo del servicio de subtes en el año 1994, se comprometió entre otras cosas a modernizar y remodelar las estaciones de la red. Esta promesa se cumplió, aunque significó la pérdida de las decoraciones originales de numerosas estaciones de las líneas B, C y D; siendo estas dos últimas declaradas Monumento Histórico Nacional en el año 1997. A pesar del cuestionable criterio estético adoptado por la empresa, los medios reflejaron en ese momento los hechos de manera positiva.
Con el paso de los años, y una vez concluído su plan inicial de mejoras, Metrovías se limitó a llevar adelante el mantenimiento básico y periódicos arreglos de la decoración de algunas estaciones. En muchos casos –por ejemplo, la línea B- éstos se tornaron urgentes debido al efecto devastador de las filtraciones en el revestimiento símil granito aplicado hacía poco más de 10 años por la misma empresa. En otras ocasiones, las obras corrieron por cuenta de establecimientos comerciales lindantes, como los casos de las estaciones Carlos Gardel (shopping Abasto) y Bulnes (shopping Alto Palermo).
Una de las estaciones más dañadas es Independencia de la línea C, que en las últimas semanas finalmente comenzó a recibir la aplicación de aislantes contra filtraciones y humedad. Esto vino acompañado por el repintado del techo y paredes en andenes -aún sin terminar- y del entrepiso, abandonando el color azul oscuro adoptado originalmente por Metrovías para esta línea, que resultó denunciar de manera demasiado rápida la aparición de numerosas goteras y filtraciones, preocupantes ya en el caso de la estación Moreno. En su lugar, se optó por regresar al color blanco original previo a la modernización de los años ’90.
Por otra parte, avanza a paso lento la remodelación del pasillo de combinación que une las estaciones Independencia de las líneas C y E, con el recambio de baldosas grises por otras blancas con franjas negras y la remoción de las planchas de aglomerado pintado de azul que Metrovías había colocado recubriendo el techo. Ya que aún no comenzó la colocación de una estructura reemplazante, la iluminación provisoria de tubos fluorescentes cuelga de las barras metálicas remanentes del sistema anterior. Durante las obras -ya iniciadas hace más de dos meses- los locales comerciales instalados en el pasaje habían sido temporalmente levantados, y en las últimas semanas han comenzado a reinstalarse poco a poco.
La que aún no vislumbra ningún tipo de refacción es la estación correspondiente de la línea E, recientemente graffiteada por empleados del subte enfrentados con Beto Pianelli, uno de los impulsores del sindicato alternativo a la UTA. Inaugurada en 1966 y originalmente decorada con azulejos amarillos, fue completamente pintada por Metrovías del azul oscuro antes mencionado.