23 octubre 2025

La Ciudad ahora dice que la línea I del Subte se justificaría “tal vez dentro de 100 años”

El Gobierno de la Ciudad ahora dice que la construcción de la línea I, cuya traza fue aprobada hace casi un cuarto de siglo, se justificaría recién dentro de cien años. Aseguran que la línea, que uniría Parque Chacabuco y Caballito con Plaza Italia y Ciudad Universitaria, tendría baja demanda y sería "económicamente inviable". El oficialismo apuesta a reemplazarla con una línea de colectivos eléctricos, el Trambús T1.

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El Gobierno de la Ciudad asegura ahora que la construcción de la línea I del Subte, cuya traza está oficializada desde hace casi un cuarto de siglo, recién se justificaría “tal vez dentro de 100 años”.

Así lo aseguró este lunes el secretario de Transporte porteño, Guillermo Krantzer, en la audiencia pública por el “Trambús”, nombre dado a los nuevos colectivos eléctricos del Grupo DOTA que comenzarán a circular en forma piloto por el Metrobús Juan B. Justo en las próximas semanas.

Recorridos de las dos nuevas líneas T1 y T2

La decisión de restar prioridad al proyecto de la línea I, que uniría Parque Chacabuco con Ciudad Universitaria, fue fundamentada por Krantzer en el hecho de que esta línea “constituiría una cuarta traza transversal, después de la C, de la F, que ya está en construcción [N. de la R: recién se lanzó la licitación para el primer tramo], y de la H” y en “los menores niveles de demanda que podría tener por las menores densidades que atraviesa”.

En este sentido, el funcionario -hombre del riñón del exministro Guillermo Dietrich- consideró “hoy económicamente inviable la construcción de un Subte en esta traza…tal vez dentro de cien años sí”.

En una línea similar se expresó este miércoles el ministro de Infraestructura porteño, Pablo Bereciartúa, quien en una entrevista con Infobae aseguró que “un recorrido desde Caballito a Belgrano-Núñez moviliza a cincuenta mil pasajeros diarios por origen-destino”, lo que no justificaría la construcción de una línea de Subte. “Entonces hicimos el Trambús”, dijo el funcionario.

Los argumentos oficiales contra la línea I llaman la atención por varias cuestiones. Primero porque la traza, ratificada varias veces por la Legislatura (en doble lectura con apoyo político transversal en 2001 con la ley 670 y en 2008 con la ley 2710) está lejos de ser antojadiza: se funda en estudios técnicos elaborados por Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), que hace más de 25 años ya habían identificado al corredor como apto para el desarrollo de una línea de Subte.

Por otra parte, porque los barrios atravesados por la traza de la proyectada línea I están muy lejos de ser poco densos: Caballito, Villa Crespo y Palermo se cuentan entre los más densamente poblados de la capital, e incluso en los últimos años han sido protagonistas de un auténtico boom inmobiliario. Además, su densidad supera por mucho a la de otros barrios a los que actualmente llega el Subte, como los del tramo sur de la línea H.

El argumento de la supuesta escasa demanda para el corredor, por otra parte, solo tiene sentido al computar la demanda presente: los funcionarios no consideran la demanda oculta; esto es, los usuarios que podrían realizar este tipo de viajes si existiera esta alternativa de conexión. La propia existencia de la línea I, al incrementar la capilaridad de la red, permitiría generar nuevas opciones para realizar traslados que hoy, por falta de conectividad, directamente no se hacen.

La reaparición de la línea I en el debate público se vincula con el hecho de que la futura línea T1 de Trambús (Pompeya – Aeroparque) se asimila, en gran medida, con la cuenca de la proyectada línea de Subte.

No es la primera vez que el gobierno porteño plantea la idea de reemplazar la línea I por colectivos.

Rodríguez Larreta muestra un mapa del “Metrobús Transversal” en la campaña electoral de 2015: fue la primera vez que el GCBA habló públicamente de reemplazar la línea I con colectivos. Su traza guarda similitudes con la del Trambús T1.

Una primera versión había sido presentada en la campaña electoral de 2015 por Horacio Rodríguez Larreta, que en aquel entonces había propuesto la construcción de un “Metrobús Transversal” entre Pompeya y Palermo, siguiendo una traza muy similar a la del actual Trambús T1. En este caso, el proyecto contemplaba la construcción de túneles exclusivos para transporte público en el congestionado tramo central, en el barrio de Caballito, una idea que ahora fue dejada de lado.

El abandono del proyecto del Subte, según los funcionarios de entonces, se justificaba con el mismo argumento esgrimido esta semana por Krantzer y Bereciartúa: la supuesta “baja demanda”. El respaldo teórico de esta afirmación llegó con la publicación del Plan Estratégico y Técnico para la Expansión de la Red de Subte (PETERS), un estudio en el que, lejos de plantearse alguna modificación a la traza, se elimina por completo el proyecto de la línea I.

Con todo, el PETERS nunca fue elevado a la Legislatura para modificar las normas vigentes, por lo que la traza aprobada en la ley 670 continúa inalterada. Por lo demás, la Ciudad parece haber desechado algunas de sus recomendaciones: en el caso de la línea F, el plan proponía su desvío a Facultad de Derecho, pero la licitación publicada esta misma semana para esa línea respeta el trazado original de 2001, cubriendo el eje de la Av. Las Heras y con cabecera en Plaza Italia-Palermo.

Se cumplen 20 años de la sanción de la ley 670

Cómo es el proyecto de la línea I

De acuerdo con la ley vigente, la futura línea I del Subte uniría Parque Chacabuco con Plaza Italia, bajo las calles Emilio Mitre, Centenera/Rojas, Honorio Pueyrredón, Scalabrini Ortiz y Santa Fe, a lo largo de 6,6 km y con un total de 10 estaciones.

Las líneas F, G e I, de acuerdo con la máxima extensión posible según la ley 670.

La línea permitiría combinar en Emilio Mitre con la línea E, en Primera Junta con la línea A y la estación Caballito de la línea Sarmiento, en Malabia con la línea B, y en Plaza Italia con la línea D. A estas se agregarían combinaciones con las proyectadas líneas G (en el Cid Campeador) y F (en Plaza Italia).

En una segunda etapa se planteaba su extensión a Barrancas de Belgrano y Ciudad Universitaria bajo la Avenida Luis María Campos, con otras siete estaciones y sumando unos 6,3 km adicionales. El ministro Bereciartúa aseguró este miércoles, en diálogo con Infobae, que está en análisis la posibilidad de que sea la línea F la que cubra este tramo y no la I.

A fines de 2007, el recién asumido Jefe de Gobierno Mauricio Macri envió a la Legislatura un proyecto para modificar la ley 670, incorporando cambios sustanciales a la traza de la línea I.

De acuerdo con esta propuesta, que no llegó a ser aprobada debido a la resistencia que generó entre los vecinos, especialmente del barrio de Caballito, la línea unía Pompeya con Plaza Italia, bajo Av. La Plata, Río de Janeiro, Lambaré, Scalabrini Ortiz, Córdoba y Serrano/Borges, hasta Plaza Italia. La segunda etapa, entre este punto y Plaza Italia, se mantenía sin cambios con respecto a la traza original.

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