La diputada Natalia Fidel (Suma+/ECO) presentó un proyecto de ley en la Legislatura Porteña para renombrar todas las estaciones de la red de Subte, anteponiéndoles a sus respectivas denominaciones un código alfanumérico. Las estaciones pasarían a tener un apelativo compuesto por la letra de la línea, un número identificatorio y el nombre propiamente dicho de la estación: por ejemplo, Catedral pasaría a ser “D-01 Catedral”.
La iniciativa fue apoyada por los legisladores Diego de García Vilas (Confianza Pública) y María Patricia Vischi, también de Suma+/ECO.
“Numerar las estaciones de subte es un modo de construir una ciudad más amigable”, explicó la autora de la polémica propuesta, quien aseguró que la misma “apunta a renovarlo [al Subte] de modo tal que la Ciudad reciba a quienes no utilizan el servicio cotidianamente con un sistema más amigable y mejor preparado para orientarlos”. En este sentido, destacó que el sistema puede ser de utilidad tanto para usuarios no frecuentes como para turistas.
Debido a la serie de modificaciones de nomenclatura aprobadas por la Legislatura en los últimos años, que derivaron en la proliferación de estaciones con doble denominación, la aplicación del código alfanumérico ideado por Fidel podría tornarse bastante impráctica. Por ejemplo, la estación Plaza de los Virreyes, terminal de la línea E, pasaría a ser “E-15 Plaza de los Virreyes – Eva Perón”.
Cabe señalar que el proyecto asegura inspirarse en el Metro de Tokio. En esa red la decisión de emplear códigos alfanuméricos para orientar a turistas y usuarios no frecuentes resulta más comprensible ya que las líneas poseen nombres propios y extensos (Ginza, Marunouchi, etc.) en lugar de letras y a que el idioma japonés utiliza un sistema de escritura incomprensible para los hablantes de idiomas que emplean el alfabeto latino.