Como informaron los principales medios de comunicación de la Ciudad, el viernes pasado la línea A no tuvo servicio por espacio de una hora. Alrededor de las 9:15 Metrovías anunció, por su tan probado sistema de audio, que la línea ofrecería un servicio corto entre las estaciones Primera Junta y Plaza de Miserere. Sin dar ninguna precisión sobre el motivo de los hechos, 20 minutos más tarde se anunció que la interrupción era total. La reacción de los pasajeros no podía hacerse esperar.
En un comunicado emitido este domingo, el Cuerpo de Delegados del Subte denuncia que ante el aviso de las 9:35 grupos de usuarios se agolparon en las boleterías de las estaciones Primera Junta y Miserere “con gritos, insultos, rompiendo los vidrios de las boleterías con los puños y las puertas a patadas”. En el interín resultó herido un boletero y fue agredido un auxiliar de la estación Plaza Miserere. Agregan que al día siguiente, el sábado, fue asaltada la boletería de la estación Loria.
Ante lo sucedido los delegados hacen tres reclamos a la concesionaria: el blindaje o enrejado de las boleterías, un aumento de efectivos policiales y que el audio institucional anuncie claramente lo que está sucediendo. Metrovías no sólo no suele dar motivos a los usuarios sino que, dicen los trabajadores, tampoco los informa a ellos para poder contener al público. Una vez restablecido el servicio la empresa emitió un comunicado, atribuyendo los problemas a la “falta de suministro de energía al sistema de señales”.