Ayer por la tarde, y ante la inminencia del paro de Subte convocado para el martes por la noche, Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) anunció la creación de una comisión para “reconfirmar que no hay presencia de asbesto” en los coches CAF 6000.
La empresa estatal había asegurado la semana pasada que no se había detectado asbesto en los coches de esa serie que ingresaron al país, basándose en una “primera revisión” realizada por la operadora Metrovías y en un informe enviado por el Metro de Madrid.
En un comunicado, la compañía anunció que desde hoy se pondrá en funciones una comisión conjunta “conformada por representantes de SBASE, Metrovías, los gremios, la Agencia de Protección Ambiental, la Subsecretaría de Trabajo y el Ministerio de Salud porteños”.
La Asociación Gremial de Trabajadores de Subte y Premetro (AGTSyP), por su parte, emitió un comunicado “desmintiendo” que hubieran “sido convocados para la conformación de algún tipo de comisión investigadora de la presencia de asbesto en los trenes”. Si bien aseguraron estar “a la espera de la mencionada citación”, afirmaron que no descartan realizar nuevas medidas de fuerza si esta convocatoria no se materializa.
Cabe recordar que en una inspección realizada en el Metro de Madrid se detectó al menos un coche CAF 6000 tenía un componente con ese peligroso material, prohibido tanto en España como en la Argentina desde 2001. Esta pieza no era original, sino que había sido colocada en una reparación posterior. SBASE destacó que esta unidad “no forma parte del lote vendido a Buenos Aires”.
Los CAF 5000, en tanto, fueron apartados de servicio en forma preventiva desde el mes pasado luego de que tomara estado público que las formaciones tenían asbesto. SBASE aseguró que “de confirmarse el hallazgo” de este mineral en los 36 coches comprados para la línea B “iniciará acciones legales contra el Metro de Madrid por vender coches con material prohibido en ambos países al momento de la transacción”.
En Madrid el sindicato de maquinistas del Metro convocó a tres jornadas de protesta en reclamo por los coches con material cancerígeno y pidió la renuncia del responsable político del Metro de Madrid, Borja Carabante.