Exactamente 110 años después que Buenos Aires, y tras varios años de espera y de marchas y contramarchas, el pasado viernes 1° de diciembre comenzó a prestar servicio comercial la línea 1 del Metro de Quito.
Así, la ciudad se convirtió en la sexta capital sudamericana en contar con un sistema de Metro, tras Buenos Aires, Santiago de Chile, Caracas, Brasilia y Lima.
La flamante línea es íntegramente subterránea y discurre a lo largo de 22,6 km en sentido norte-sur, entre las cabeceras El Labrador y Quitumbe. La línea cuenta con 15 estaciones en total, varias de las cuales permiten combinar con diversas líneas de Metrobús y Trolebús que funcionan en la capital ecuatoriana.
El viaje entre cabeceras insume unos 34 minutos, sustancialmente menos que la hora que demora realizar el mismo recorrido en superficie. El servicio es prestado con trenes CAF de fabricación española: se compraron 18 formaciones de seis coches cada una, a un costo unitario de 1,7 millón de dólares.
La operación de la línea está a cargo de un consorcio formado por la empresa pública colombiana Metro de Medellín y la francesa Transdev. La decisión de contratar a un operador internacional se debe a los nulos antecedentes de Ecuador en la materia: “[El país] no tiene en ninguna de sus universidades la carrera de ingeniería ferroviaria y tampoco la experiencia de operar sistemas ferroviarios modernos”, había explicado años atrás el entonces gerente del Metro, Efraín Bastidas.
🚇 #ElMetroDeQuitoRenace | En nuestro tercer día de operaciones, recibimos nuevamente a todos nuestros usuarios con eficacia y rapidez.#QuitoRenace pic.twitter.com/Ufh9tMGCE3
— Metro de Quito (@MetrodeQuito) December 3, 2023
La tarifa general del servicio es de 45 centavos de dólar estadounidense (recuérdese que Ecuador no tiene moneda propia), aunque existen tarifas reducidas para niños de entre 6 y 17 años y personas mayores de 65 años (22 centavos de dólar) y para personas con discapacidad (10 centavos de dólar).
La ciudad vive la llegada del Metro como un punto de quiebre. Así lo expresó el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, quien aseguró que “Los expertos suelen decir que hay dos tipos de ciudades: las que tienen metro y las que no tienen metro. Quito empieza a ser parte de esas ciudades con metro, lo que significará modernizar la ciudad, menos tiempo de traslado, modernizar el sistema de transporte y recuperar el orgullo de ser quiteños con obras importantes como ésta”.
La construcción de la línea demandó una inversión de más de 2000 millones de dólares, que fueron costeados con recursos del Estado nacional y del municipio de Quito, además de sendos créditos de organismos internacionales, entre los que se cuentan el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial, la Corporación Andina de Fomento (CAF) y el Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Gracias infinitas a la ciudadanía por este exitoso arranque sin mayores contratiempos, ahora nos preparamos desde el puesto de control central para la hora pico de este viernes 1 de diciembre en la tarde pic.twitter.com/yudevQ37x5
— Hugo Villacrés Endara (@hugovillacres) December 1, 2023