El gobierno porteño comenzaría en marzo la construcción de tres playas de estacionamiento subterráneas en la zona norte de la Ciudad, sumando así unos 1700 espacios a este tipo de sistema. En el mes de abril se licitarían otras diez.
En septiembre de 2000, la Legislatura aprobó la ley 469. Allí se prevé la construcción de 13 playas subterráneas debajo de parques o en zonas cercanas a estaciones de trenes o del subterráneo. La norma estipula que la construcciñon y la explotación quedarán a cargo de un privado pero que, transcurridos 20 años, deberán entregarlas al Estado.
Las tres playas que ya están preadjudicadas son:
- Plaza Noruega: queda en Amenábar, Mendoza, Ciudad de la Paz y Juramento. Tendrá tres subsuelos con capacidad para 801 vehículos.
- Plaza Emilio Mitre: queda entre Pueyrredón, Las Heras, Cantilo y Pacheco de Melo. Dos subsuelos con 400 lugares.
- Parque Las Heras: ocupará la franja subterránea que va de Las Heras entre Coronel Díaz y Ruggieri, aproximadamente hasta la altura de Bulnes. Habrá 500 cocheras en dos subsuelos.
“La construcción de estos tres garajes comenzará en marzo y demorará entre 10 y 12 meses. Cada una costará unos 12 millones de pesos”, explicó Jorge Sábato, subsecretario de Proyectos de Urbanismo de la Ciudad.
Las otras playas contempladas en la ley son las Alberti, Monseñor D’Andrea, Balcarce, Juan José Paso, Barrancas de Belgrano, Parque Los Andes, Pueyrredón, De los Virreyes, bulevar San Isidro y un espacio bajo la estación Saavedra del ferrocarril Mitre. Además, el año pasado la Legislatura sancionó otra ley para crear en los barrios periféricos 14 playas “disuasorias”: la idea es que la gente que viene desde el GBA en auto estacione allí y llegue al Centro en subte, colectivo o tren. “También estamos armando una lista de otras 15 playas para que las autorice la Legislatura “, agregó Sábato.
Algunos automovilistas ya tomaron medidas para evitar la congestión en el Centro. Por ejemplo, muchos dejan sus autos en las calles aledañas a las estaciones periféricas de la línea E y viajan al centro aprovechando el escaso tráfico de pasajeros que tiene esa línea. Se espera que con este plan, este sistema pueda adoptarse como una política para evitar la concurrencia de automóviles al Centro.