Una obra emblemática para los vecinos de la zona, sin duda, fue la del ascensor de la estación Uruguay de la línea B. Iniciada en octubre del 2006, el polémico ascensor forma parte de una obra llevada adelante por Metrovías que permitirá el acceso de personas discapacitadas a una de las estaciones más céntricas de la línea más utilizada de la red de subterráneos.
La colocación de este ascensor se anunció fuertemente por la empresa generando gran expectativa a través de la colocación de grandes maderas rojas y carteles que fijaban un plazo máximo de finalización de obra: 180 días. Sin embargo, la puesta en marcha del ascensor se realizó recién la semana pasada, es decir 910 días después del inicio de la obra.
Casi 1000 días para una obra de poca envergadura y de mucha importancia para los discapacitados. Los mismos 1000 días que iba a demorar la limpieza del riachuelo Matanza.