Diversas consultoras internacionales en materia económica califican a la Ciudad de Buenos Aires con un buen puntaje. Esto quiere decir que, en base a algunos parámetros macroeconómicos y los antecedentes financieros de la economía de la capital argentina no existen, en teoría, grandes riesgos e impedimentos que sean argumentos negativos para las entidades financieras internacionales para asignar préstamos a la Ciudad.
Esto quiere decir que Buenos Aires se encuentra en condiciones financieras de obtener un préstamo de dinero a entidades financieras, y por las tasas a las que serían otorgados, hasta han manifestado interés -antes de la crisis- dos importantes entidades financistas.
Si bien el Gobierno de Mauricio Macri fue quien manifestó y motorizó los trámites para obtener un préstamo internacional para la construcción de nuevas líneas de subterráneos, también es cierto que el Gobierno de Aníbal Ibarra contemplaba la posibilidad de obtener financiación en el extranjero para la construcción de los subtes, aunque encarando una metodología distinta a la que Mauricio Macri se dispone a utilizar, para lo cual se vio obligado a modificar la ley 670.
De todas formas, sea el modo que se elija para la obtención de crédito nacional y/o internacional, la Ciudad (como ninguna de las provincias del país) se encuentra en condiciones de conseguir préstamos a entidades financieras sin antes contar con el aval del Gobierno nacional.
En la actualidad los trámites ante el Banco Interamericano de Desarrollo, encarados por el Ministerio de Hacienda del Gobierno de la Ciudad, se encuentran estancados a la espera de la autorización del Gobierno nacional para continuar los trámites al efecto.
Diversos reclamos se han cursado desde el Gobierno de Mauricio Macri hacia la Nación en este sentido, exigiendo la firma para permitirle a la Ciudad ejecutar las obras de subte.
Asimismo, Macri adujo no poder continuar con las obras que se venían desarrollando no sólo por falta de crédito internacional sino también por la crisis económica que ya ha mostrado algunos efectos en la economía de la Ciudad.
Mientras tanto, la Presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner se ha reunido con el titular del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno, con el fin de obtener un préstamo de esa entidad que rondaría entre los 1000 y 2000 millones de dólares.
Aunque la reunión con el titular del organismo “fue fructífera”, la realidad es que la gestión depende de que Obama y los países centrales aportan para recapitalizarlo, como ya ocurrió con el FMI. Recién ahí, se analizarán los pedidos y se decidirá si se envían o no los fondos a la Argentina.