En el sindicato, crece la alarma por los efectos que la recarga del SUBE y Monedero causa en la salud de los trabajadores. Dicen que hay treinta empleados de licencia gracias a la traumática tarjeta.
El Secretario de Transporte desmintió las declaraciones de un delegado de la línea C, que había dicho se prepara un aumento en la tarifa del transporte para después de las elecciones generales de octubre.
El gremio aclaró que apoya la implementación del sistema SUBE, pero pide que se aumente la dotación de personal para hacer frente a la mayor demanda en boleterías por la recarga de las tarjetas. También solicitó que se reubiquen las máquinas validadoras para no afectar la salud de los trabajadores.
Desde AGTSyP dijeron que "lamentamos las palabras de la Presidenta". Alegan que el problema tiene causas más profundas que la tendinitis que sufren algunos boleteros.
En las seis líneas y en el Premetro, empleados de boleteria se niegan a recargar los boletos electrónicos como el SUBE y Monedero. Alegan que su implementación produjo un aumento en la carga laboral y tendinitis en varios trabajadores.
La línea más nueva de la red registra altos crecimientos en su uso. En hora pico, los trenes van llenos y a veces se saturan los andenes. SBASE planea incorporar más trenes para aumentar la frecuencia.
El Gobierno porteño construye una plaza seca en las inmediaciones de la estación Federico Lacroze de la línea B. Allí había locales y una antigua sede de SBASE, que fueron demolidos. La obra costará ochocientos mil pesos y se inauguraría en noviembre. Se prevé mejorará el transbordo entre el Subte y las dársenas de colectivos.
La línea sufrió cuatro atrasos en la última semana relacionada con los arrebatos y punguistas que operan en sus andenes y trenes. Poca presencia policial y saturación, caldo de cultivo para los delincuentes.
Los trenes circularon con demoras por inconvenientes en el sistema de señales ATP. Asimismo, una mujer sufrió un infarto en la estación Callao, lo que demoró aún más el servicio.