Cinco años pasaron desde la inauguración de las estaciones Tronador y Los Incas, las dos primeras del plan de extensión de la línea B hasta el barrio de Villa Urquiza. Desde 2001 se encuentran en construcción las estaciones Echeverría y Villa Urquiza, pero distintos inconvenientes en las obras prorrogaron las fechas de apertura.
La estación Echeverría, ubicada en Av. Triunvirato y Juramento, se caracterizó por una construcción literalmente inmersa en el agua. La cercanía de las napas freáticas obligó a deprimir las mismas para proceder con la obra. La foto principal refleja el túnel previo al ingreso a la estación. También sufrió el fallecimiento de un obrero en plena jornada laboral en las cercanías a la estación.
Villa Urquiza -próxima a denominarse Juan Manuel de Rosas por la Legislatura porteña- sufrió un derrumbe de hormigón por la ruptura de un molde.
Los trabajos también fueron afectados por el recorte presupuestario del año pasado cuando la administración de Jorge Telerman se vio obligada a reducir en gastos producto del defasaje económico que vivió la ciudad a fines del 2007.
Así todo, el fin de la obra civil se está acercando en la Etapa II de la extensión. En menos de 2 meses se retirarán las grandes armaduras metálicas que realizan el hormigonado de los túneles para dar paso a la fase arquitectónica de la obra.
Mientras tanto, se acerca al proceso licitatorio la obra que caracterizará a la línea B: la cochera y cola de maniobras Urquiza. Será un túnel de 800 metros de doble vía posterior a la última estación, y llegará casi al Parque Sarmiento.
Estará equipado con maquinaria para tareas de mantenimiento de día, y será utilizado principalmente para el guardado del material rodante ya que el actual Taller Rancagua se encuentra saturado. Además, la apertura de Tronador y Los Incas complicó aún más el procedimiento de estacionamiento de trenes.
La actual obra de extensión con sus dos estaciones es encarada por la empresa Benito Roggio e Hijos S.A., pero la cola de maniobras, al ser una obra totalmente distinta, requerirá de un llamado a licitación adicional.
Es por ello que Benito Roggio se encuentra, junto a su cuerpo técnico, en plena evaluación para calcular los costos que les demandará la obra, para presentarse en el llamado a licitación que realiza Subterráneos de Buenos Aires S.E., quien diseña, monitorea y paga las obras del subte porteño.