El próximo verano será el primero en que la línea B contará con parte de su flota equipada con equipos de aire acondicionado. Aunque la incorporación de los coches CAF 6000 viene mucho más demorada de lo anunciado, varias formaciones contarán con climatización, lo que provocará un inevitable aumento de la temperatura ambiente en túneles y estaciones.
La causa de esto radica en que la línea B no está preparada para trenes con aire acondicionado y necesita con urgencia la instalación de sistemas de ventilación, tanto para extraer el aire caliente emanado por los equipos de refrigeración como para inyectar aire fresco proveniente de la superficie.
El aumento de la temperatura en andenes producto de los aires acondicionados se ha hecho sentir inclusive en una línea tradicionalmente fresca, superficial y bien ventilada como la A, tras la incorporación de nueve trenes con aire acondicionado, que apenas constituyen una parte de lo que será la futura flota, compuesta por 30 trenes.
La situación se torna particularmente grave si se tiene en cuenta que la ventilación de la línea B ha sido históricamente ineficiente, entre falencias de origen y la obstrucción de los conductos de ventilación originales, habiéndose convertido en la línea más calurosa del Subte.
Entre anuncios y ocultamientos
La realización de obras de ventilación había sido anunciada por SBASE en 2014. Mediante una comunicación oficial, la empresa que conduce Juan Pablo Piccardo había estimado que las mismas requerían una inversión cercana a los 500 millones de pesos. Pese al anuncio, la obra no fue licitada y las tareas jamás se inciaron.
En el entretanto, la línea retomó su horario de funcionamiento habitual y, pese a los contratiempos e imprevistos, finalizaron las obras eléctricas. En julio, los primeros CAF 6000 se incorporaron a servicio. Sin embargo, nada se ha hecho en el aspecto de la ventilación.
Horacio Rodríguez Larreta, hoy jefe de Gobierno electo, durante la campaña y en el debate realizado en el canal TN dijo que el recorte de servicios en la línea B se debía a que “hicimos las adecuaciones en las líneas para incorporar vagones con aire acondicionado, […] porque no tenía las salidas de aire y hubo que hacer toda la obra para que pueda funcionar con aire acondicionado”.
Sin embargo, hasta el día de hoy nada se ha hecho en ese sentido. Ni antes, ni durante ni después de la reducción horaria en la línea. Así lo reconoció la última presentación realizada por Piccardo, donde presentó las obras de ventilación de la línea B como hito para el cuatrienio 2016-2019.
Sin sistema de inyección y extracción forzada de aire más que en unas pocas estaciones —Pasteur y Callao, cuyas obras encaró Metrovías a principios de la década del 2000, y las nuevas estaciones Tronador, Los Incas, Echeverría y Rosas—, la línea B amenaza con convertirse en un ambiente extremadamente caluroso y complicado para el próximo estío.