El arquitecto y urbanista brasileño Jaime Lerner, ex alcalde de Curitiba y pionero de los sistemas BRT (Bus Rapid Transit) en los que se inspira el Metrobús de Buenos Aires, fue entrevistado por el diario colombiano El Tiempo.
Allí, desaconsejó la construcción de un metro para Bogotá y afirmó que “el metro es una cosa del pasado y más si es subterráneo”. “Los costos son superiores”, advierte, y en línea con lo afirmado por Guillermo Dietrich semanas atrás, considera que la construcción de nuevas líneas de subterráneo “no va a resolver nada”.
El Tiempo (ET): TransMilenio [el sistema BRT de Bogotá] está en una profunda crisis y los pasajeros sienten que colapsó. ¿A qué puede obedecer esto?
Jaime Lerner (JL): En Bogotá, TransMilenio fue una gran conquista. Esos sistemas nunca se terminan de construir y hay que tener un compromiso de innovación constante. Siempre será posible mejorarlo. La crisis de estos sistemas es porque están mal concebidos o están siendo mal operados. Considero que el futuro de la movilidad está en la superficie y se pueden tener resultados mejores que los de un metro. Uno no puede condenar a generaciones de personas a que esperen la construcción de una o dos líneas de metros, que son 50 veces más caros.
ET: En la ciudad se está proponiendo, precisamente, la construcción de una línea de metro subterránea. ¿Cuál es su opinión?
JL: El metro es una cosa del pasado y más si es subterráneo. El futuro de la movilidad está en la superficie, apostando por un sistema de buses de mayor capacidad, sin rieles, que sean eléctricos, y aporten renovación en el espacio público. Igualmente, hay que hacer redes de movilidad y no intervenir solamente corredores. Cuando los metros subterráneos fueron construidos hace años en París, Moscú o Nueva York, era más barato trabajar en el subsuelo. Ahora es muy costoso. En Río de Janeiro, de cara a los Juegos Olímpicos, en el 2016, propusimos construir más carriles exclusivos para buses, por ejemplo. Creo que van a funcionar muy bien.
ET: ¿Pero ve conveniente que Bogotá construya el metro?
JL: Una línea no va a resolver nada y una línea de metro nunca va a sustituir a un sistema completo de transporte. Nos quieren vender a Angelina Jolie y nos quieren entregar una mujer fea. En el mundo hay 176 ciudades con sistemas tipo TransMilenio y en Curitiba moviliza a 2.600.000 pasajeros al día. El metro de Londres mueve tres millones, y los costos son superiores. Hay que pensar entonces en un sistema de superficie, doméstico, que esté muy integrado con la ciudad. Lo importante no es la velocidad, sino la frecuencia de las rutas.
ET: ¿A qué atribuye entonces que otros expertos hayan planteado la necesidad de que Bogotá construya un metro subterráneo de por lo menos 15 billones de pesos colombianos [6200 millones de dólares]?
JL: Ellos no son expertos.
ET: ¿Cuál sería su recomendación?
JL: No hacer el metro e innovar en las soluciones de movilidad en la superficie. Eso es posible, pues Colombia es un país muy creativo y hay que aprovechar eso.
ET: ¿Y qué hacer ante el caos de la movilidad?
JL: El metro es un buen sistema, no estoy en contra, pero con una buena visión de la ciudad el metro jamás será necesario. La solución no es ni el carro particular ni el metro. El carro será el ‘cigarrillo’ del futuro y no digo que las personas no puedan tenerlo, sino que lo deben destinar para viajes y ocio, y en el día a día la solución es el transporte público.
ET: ¿Pero cómo dejar ese ‘cigarrillo’ si no hay otra alternativa?
JL: En Sao Paulo hay 5.400.000 carros. Cada uno de ellos necesita dos parqueaderos, uno en la casa y otro en el trabajo. Eso da un espacio de 50 metros cuadrados para cada vehículo. Es decir, esa extensión es la que puede tener un pequeño apartamento popular. Entonces, en vez de tener 5’400.000 carros, podríamos tener ese mismo número de viviendas o locales de trabajo. Adicional a ello, las grandes revoluciones en las ciudades están en vivir cerca del trabajo o traer el trabajo más cerca de las viviendas. Toda la gente quiere vivir afuera de la ciudad y eso es ridículo y no es sostenible.
ET: ¿Cómo será la ciudad del futuro?
JL: Debe tener tres cosas. Primero, que la gente utilice menos el carro; segundo, que separe la basura; tercero, que viva cerca de su trabajo o haga el trabajo más cerca de su casa.