El gobernador de Jujuy Gerardo Morales anunció ayer con gran pompa, en un acto en la estación de Volcán, el “Proyecto Ferrovial Jujuy-La Quiaca“. El nombre hace mención a la recuperación de la línea ferroviaria entre San Salvador de Jujuy y La Quiaca, que sería ejecutada por la propia Provincia de Jujuy con aportes a confirmar del gobierno nacional.
Morales anunció en Volcán la puesta en marcha de una “Unidad Ejecutora” a cargo de la rehabilitación de la traza. Las obras comenzarían en marzo del año próximo con un horizonte de dos años para la recuperación del tramo Volcán-Humahuaca, de 92 km. Las dos etapas siguientes, sin fecha, serían Humahuaca-La Quiaca y por último Jujuy-Volcán, el sector más comprometido.
El gobernador jujeño aseguró que el gobierno nacional “aportará material para disponer de durmientes y rieles en condiciones apropiadas”, al tiempo que se ufanó de que los trabajos “los realizaremos nosotros los jujeños, tal como se hizo hace más de cien años, a pico, pala, martillo y manos jujeñas”. Precisó que “todos los que estamos acá tenemos que venir dispuestos a meter un martillazo, para poner un riel o un bulón, o con un pico y una pala”. “De acá a dos años vamos a tener el tren, con esfuerzo y recursos jujeños, vamos por el tren”, arengó.
El objetivo, reveló Morales, es la creación “del tren turístico que la Quebrada y la Puna se merecen”. Se trata del principal corredor turístico de la provincia y uno de los más importantes del Noroeste. En ese marco el gobernador anunció además que se firmará un convenio con el Colegio de Arquitectos provincial para recuperar las estaciones León, Tumbaya, Purmamarca, Maimará, Huacalera, Uquía, Humahuaca y La Quiaca. Por el momento no se conoce que el proyecto contemple además del tren turístico la recuperación de servicios de pasajeros regulares o de carga. Cruzando la frontera con Bolivia, el servicio ferroviario funciona en forma regular conectando Villazón con Oruro.
Gerardo Morales se mostró durante la campaña electoral para la gobernación jujeña como un gran entusiasta de la recuperación ferroviaria. De hecho, en plena campaña tuvo una reunión de alto perfil con el entonces ministro del Interior y Transporte Florencio Randazzo donde ambos coincidieron sobre la importancia de rehabilitar el ferrocarril en Jujuy y el dirigente radical elogió “la decisión de recuperar Ferrocarriles Argentinos como política pública”.
Un estudio de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA) de UNASUR encargado por el gobierno anterior prevé que rehabilitar la línea Jujuy-La Quiaca tendría un costo de USD 64 millones, unos 1000 millones de pesos. Para ello, debería reformularse la traza entre León y Volcán, un tramo de unos 20 km donde las crecidas recurrentes del Río Grande llevaron al desmoronamiento de puentes y del terraplén ferroviario. También se prevé el recambio de 170 km de rieles y otros componentes de vía en el resto de la traza. El estudio se limita a la infraestructura física y no contempla el sistema de señales, material rodante ni otros elementos de operación.
El último tren de pasajeros llegó a La Quiaca en 1993, año en que el gobierno de Menem dispuso la cancelación de todos los servicios de larga distancia que todavía prestaba Ferrocarriles Argentinos. El año siguiente arribó el último servicio de carga.
Desde ese momento las vías del Ferrocarril Belgrano entre Jujuy y La Quiaca permanecen abandonadas, a pesar de tratarse de una línea principal (ramal C) con conexión internacional con Bolivia. La Provincia de Jujuy obtuvo su concesión pero desde entonces tampoco hizo nada. Aunque a grandes rasgos la traza se mantiene despejada, distintos sectores fueron destruidos por la erosión y las crecidas del Río Grande, mientras que en en áreas urbanas la zona de vías se vio intrusada u ocupada por construcciones.
La antigua infraestructura es una vía sencilla construida a comienzos del siglo XX por el estatal Ferrocarril Central Norte que continúa la vía principal del Belgrano a Santa Fe (ramal C) y Buenos Aires (ramal CC). La traza atraviesa perpendicularmente toda la longitud de la Quebrada de Humahuaca, fuente de paisajes espectaculares y notorios desafíos técnicos para la operación del servicio. El ascenso de León a la estación Volcán debía realizarse con una locomotora auxiliar a la cola del tren para superar una fuerte pendiente, del 16 por mil.
En varios momentos de los últimos 15 años se anunciaron hipotéticos proyectos de recuperación carentes del mayor sustento técnico o económico. Ya en 2004 el gobierno de Jujuy había encargado a la Corporación Andina de Fomento (CAF) la ejecución de un estudio de factibilidad para la rehabilitación del Ferrocarril Jujuy-La Quiaca como parte de un “Corredor de los Libertadores” que uniría la Argentina con Bolivia y Perú –nombre que también aparece en el nuevo anuncio de Morales–. La CAF había estimado la inversión necesaria para recuperar las vías en más de 64 millones de dólares de entonces. Nunca se concretó.
Del acto de este martes participaron además de Morales el ministro de Turismo Gustavo Santos y el presidente de Ferrocarriles Argentinos Infraestructura (ADIF), Guillermo Fiad. Santos anunció que el gobierno nacional aportará “los primeros 10 millones de pesos cuando comience la obra”, por lo pronto el único financiamiento comprometido: el 1% del total necesario para hacer realidad el proyecto. Del resto deberá hacerse cargo la provincia, tal como en la década del 90.