Si bien las tarjetas electrónicas como el SUBE o Monedero pueden facilitar enormemente el pago del transporte público al evitar el uso de efectivo, sobre todo monedas, no ocurre lo mismo para aquellos que deben recargar dichos instrumentos. Los boleteros de la línea A pegaron afiches en las estaciones y coches, de reconocido valor patrimonial, para denunciar que la recarga les produce un “stress” adicional.
Este medio se comunicó con la Asociación Gremial de Trabajadores de Subte y Premetro para obtener mayores precisiones. Según uno de los voceros sindicales, la difusión masiva de Monedero y SUBE provocó un aumento en la cantidad de personas que se acercan a las boleterías para efectuar la recarga, que estiman en más del doble de lo habitual. Para AGTSyP, muchos usuarios de los boletos electrónicos bajan a las estaciones de Subte -aún cuando no utilicen el servicio- para recargarlas ya que allí no se les cobra ninguna comisión por ello. En superficie, se detectó que algunos comercios cobran alrededor de un peso por la recarga de las tarjetas.
“Esto viene provocando enfermedades laborales bastante pronunciadas entre los compañeros boleteros ya que al levantar la mano para la recarga, están obligados a realizar un esfuerzo poco habitual y al que no se pensó una manera de evitarlo con un proceso mas cómodo”, indicaron desde el sindicato. La tarjeta Monedero tiene una versión para recarga automática por débito automático de una caja de ahorro o tarjeta de crédito, sistema que evita tener que pasar por boletería, pero el SUBE hasta ahora se vale únicamente del sistema de carga manual mediante validadoras. Al mismo tiempo, las máquinas expendedoras de boletos de muchas estaciones se encuentran fuera de servicio -en su momento fueron muy resistidas por los boleteros- y no están preparadas para recargar tarjetas.
Desde Metrovías, indicaron que hasta el momento no tienen una solución a este problema. “Es un planteo de la Asociación”, dijeron desde la concesionaria sin otorgar mayores precisiones.