En los últimos días los potenciales integrantes del gabinete de Daniel Scioli han dado una maratón de entrevistas radiales y televisivas. Anoche, en América TV, el designado responsable de Interior y Transporte, Sergio Urribarri, hizo su primera referencia más o menos extensa al futuro de la política ferroviaria.
Entrevistado por Alejandro Fantino, Urribarri anunció la continuidad de “lo que se hizo“, sin nombrar a Florencio Randazzo. Aseguró que un triunfo de Scioli “garantiza que todo lo que se ha hecho se cuide y no se tire todo abajo” para “partir de lo hecho, que es mucho“. Tras recordar que él mismo es hijo de ferroviario —su padre Jorge fue un respetado jefe de estación del Urquiza— Urribarri resaltó que “la agenda de la gente es que el tren pase en todos los pueblos argentinos de nuevo“, aludiendo a la continuidad del impulso a los trenes de pasajeros en el interior del país.
Posteriormente hizo referencia al papel del ferrocarril en la logística de cargas: “Hay países en el mundo que transportan promedio, hay algunos el 80% como Rusia, Francia el 40% del transporte es ferroviario, acá tenemos el 7,4% del transporte de la Argentina se hace sólo por ferrocarril“. Urribarri explicó que de resultar nombrado intentará fortalecer la logística multimodal para “hacer más competitivas nuestras cadenas de valor“, con el ferrocarril como responsable de la media-larga distancia desde los sitios de acopio de la producción hasta los puertos fluviales y marítimos.
Fantino le preguntó al actual gobernador entrerriano qué significa transporte multimodal: “Que vos puedas arrancar del campo un camión, a los 400 km subirlo al tren y a los 820 km subirlo al barco, eso es multimodal“. En ese sentido, el anunciado ministro expresó que Daniel Scioli le pidió que “sin crear ningún área nueva” a la de Transporte dedique un espacio específico a Logística.
En el cierre de su intervención Urribarri recordó la reducción de la red ferroviaria —afirmó que en la actualidad tiene 29.000 km, aunque esa cifra administrativa es bien lejana de la red efectivamente en uso, que hace pocos años se estimaba en 7.000 km— y defendió la inversión en infraestructura de vías cuando el entrevistador le cuestionó su elevado costo: “La amortización es justamente por ahorro, por competitivdad de la economía en general pero de las cadenas de valor en particular te paga cualquier infraestructura de estas“.