Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), la empresa controlada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que es titular del Subte, llamó a audiencia pública para formalizar los próximos aumentos al precio del pasaje. Según lo dispuesto por el GCBA –la audiencia pública no es vinculante–, el boleto pasará de los actuales $125 a $574 desde abril, $667 desde mayo y $757 desde junio.
Los pasajeros que no tengan su tarjeta SUBE registrada pasarán desde abril a pagar la tarifa técnica de $859 sin subsidio. Por su parte, se mantienen los descuentos incrementales para pasajeros frecuentes una vez superados los 20, 30 o 40 viajes mensuales. Cabe recordar que estos descuentos son independientes del funcionamiento de Red SUBE, el mecanismo que desde 2018 permite integrar distintos pasajes en un lapso de dos horas. El Premetro, por su parte, quedará en $201 desde abril, $233 desde mayo y $265 desde junio, siempre para quienes cuenten con su tarjeta SUBE nominalizada.
El Gobierno de la Ciudad arguye como razones para esta medida que la tarifa técnica alcanzó los $859 a valores de diciembre, que el sistema nunca recuperó los niveles de pasajeros prepandemia y que el actual precio del boleto está desactualizado en relación al último aumento definido para las tarifas de trenes y colectivos por el gobierno nacional: actualmente, el Subte cuesta la mitad que un viaje en colectivo.
El hecho vuelve a poner de relieve la falta de coordinación del transporte a nivel metropolitano: si hoy la tarifa incentiva el uso del Subte sobre el colectivo, a partir de abril –siempre sujeto al próximo aumento nacional– será lo contrario. A diferencia de trenes y colectivos, de jurisdicción nacional, la tarifa del Subte es una definición exclusiva del GCBA, que también define su nivel de subsidio. Desde 2012, cuando el GCBA se hizo completamente cargo del servicio, el Subte fue siempre más caro que el boleto de colectivo.
Con el aumento a $574 la tarifa del Subte a dólar oficial quedará cerca de los 70 centavos de dólar, por encima de la que tuvo durante la Convertibilidad, período en que fue aumentando desde 45 centavos en enero de 1994 hasta 70 centavos en marzo de 2001 –aumentos, a diferencia de los actuales, atados a compromisos de inversión de la concesionaria–. En términos de asequibilidad, considerando el actual nivel salarial en dólares, resulta incluso más cara que entonces: el salario mínimo de USD 200 de 2001 permitía adquirir 333 cospeles a $0,60 o $285 a $0,70, mientras que el sueldo mínimo actual, de unos USD 180 a la cotización oficial, alcanzaría para adquirir 270 pasajes.
El Gobierno de la Ciudad acompaña el anuncio del aumento con una tabla de la tarifa de algunos metros seleccionados para construir el argumento de que el Subte estaba demasiado barato. Los ejemplos son, en ocasiones, capciosos: prácticamente todos los sistemas europeos e incluso algunos en la región, como Chile, suponen un boleto multimodal que permite integrar distintos medios de transporte por el mismo costo. Según la tabla presentada, ahora el Subte será más caro para los pasajeros que los sistemas de México, Singapur, El Cairo y Nueva Delhi, y quedará al nivel de Moscú o Santiago.
La audiencia pública se realizará de forma virtual el 15 de marzo a las 15. La inscripción para participar estará abierta desde el 19 de febrero hasta el 11 de marzo a través de audienciaspublicas@buenosaires.gob.ar o comunicándose al (11) 5326-8471, de lunes a viernes de 11 a 16 h.
El Presupuesto 2024 del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no contempla obras de extensión del Subte. La única inversión de relativa envergadura prevista para este año es la renovación parcial de la flota de la línea B, ya contemplada el año pasado, licitación que por el momento fue postergada para marzo.