Las inversiones extranjeras son una obsesión para el jefe de gobierno, Mauricio Macri. En especial en lo que refiere a grandes obras, el mandatario comunal, aprovechando los históricos contactos que logró su padre Franco y que continuó su hermano Mariano, viajó a China hace algunos meses con el fin de atraer capitales, en especial para las futuras licitaciones de subtes para la construcción de las líneas “F” y “G” y la prolongación de la “H” por 2500 millones de dólares.
Así el jefe comunal volvió de Oriente con una sonrisa: cree que cuando se lance el llamado a licitación internacional para construir 27 kilómetros de la red de subterráneos en el primer trimestre del año que viene (si el gobierno nacional finalmente le otorga el aval necesario para destrabar los créditos del BID) logrará que el holding chino Citic Group participe (ya tiene en su poder la extensión del metro de Shangai, donde ostenta la construcción de más de decenas de kilómetros anualmente).
Según explicaron en el Ejecutivo porteño en ese momento la empresa podría aportar el 40 por ciento de la inversión necesaria en lo que refiere al material rodante, sistema de comunicaciones e instalación de vías; no obstante no se mostraron interesados en la construcción de los túneles y las estaciones. Además, piensan que ofrecerán precios hasta 50 por ciento más baratos que en Europa.
El Citic Group, la empresa
El Citic Group es un holding mixto de inversión china (las siglas corresponden a China International Trust and Investment Company) creada por en 1979 por Rong Yiren (quien fuera en 1993 vicepresidente del país) durante la presidencia del continuador de Mao Tse Tung, Deng Xiaoping.
La idea, desde su creación, fue que se transforme en una herramienta para atraer capitales extranjeros y que sirva para desarrollar la tecnología en el país. El grupo tiene activos por 120.000 millones de dólares.
Hoy en día está asociada a más de 40 empresas en todo el mundo: en Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y, por supuesto, en Argentina, llegó de la mano de Franco Macri hace 20 años.
En cuanto a su “know how” en la construcción, Citic Group vendió material rodante para el subte de Irán, viviendas a Venezuela y a Argelia (donde también construyó una autopista) y también una planta de electricidad en Brasil.
Con lo cual, en el PRO no descartan que el holding tome la licitación de subterráneos como “prueba piloto” para presentarse en otras licitaciones, como las vinculadas a vivienda (vía IVC o Corporación Sur).
El gobierno porteño y el holding
En este contexto, en el viaje del jefe de gobierno logró, sin muchos problemas, ser recibido en Beijing con directivos del poderoso Citic Group. Luego de ese encuentro Macri difundió la vocación de la empresa por participar del negocio de los subtes.
La idea que manejan en el gobierno porteño que, por medio del Citic, el Banco Nacional de Importación y Exportación le dé a la ciudad un crédito a 12 años, endeudamiento ya autorizado por Legislatura.
Además, luego de la aprobación de esa ley, el Ejecutivo anunció que enviará a Shangai un cuerpo de técnicos de la empresa Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) para que mantengan reuniones con grupos experimentados en “la metodología de construcción de túneles, la ingeniería de las instalaciones fijas (rieles, señalamiento, sistemas de comunicación, entre otros), y el material rodante” informó la Comuna.
Actualmente, la ciudad cuenta con obras de extensión en tres líneas de subtes (A, B y H) de las seis existentes y el objetivo de la administración porteña es, como se dijo, avanzar con la demorada construcción de las líneas F y G, además de terminar la H que hoy va de Once a Caseros.
Los Macri y China, socios históricos
La historia de Franco Macri y China no es nueva. De hecho se remonta a 20 años atrás. Allá, por 1988 el empresario argentino inició sus relaciones comerciales con el país oriental. Ese mismo año firmó el primer contrato con el Citic Group para la fabricación de piezas para excavación de petróleo.
Dos años después el entonces presidente chino Yang Shangkun vino a la Argentina y fue recibido por Macri en su lujosa quinta “Los Abrojos”.
Desde esos años, durante la década del `90, mientras Mauricio era ejecutivo de sus empresas, la relación creció. A tal punto que en 2000, en medio de la crisis económica argentina, abrió sus oficinas en Pekín e impulsó la Cámara de Comercio e Industria Argentino – China, cuyo primer presidente fue Mariano Macri (quien habla perfectamente el idioma).
Para 2005, se asoció con Sanhe Hopefull Grain and Oil armaron SHIMA para inversiones agrícolas. Y, un año más tarde, Franco fue nombrado como “Consejero Senior para Inversiones en Latinoamérica” por la Asociación para la Promoción y el Desarrollo Industrial de China.
Hace apenas un mes lanzó en el mercado un nuevo auto chino (el “Tiggo”) a partir de su asociación con Chery, una de las terminales automotrices más importante de China y el grupo local Socma, ex Sevel.
Esta alianza es relevante para el mercado mundial ya que significó que, por primera vez, una empresa china fabricará vehículos fuera de su país con un socio argentino.
Como sea, hoy Franco se alejó de Socma, que ahora agrupa una millonaria inversión en un auto chino, una enorme explotación agropecuaria en Salta y al Belgrano Cargas, entre otras actividades. Socma contabilizó 50 empresas. 32.000 empleados y una facturación de alrededor de 1.500 millones de dólares.
Sin embargo, mantiene sus contactos chinos más que nunca. De hecho reparte seis meses en Beijing y otros seis meses en Argentina.
Además, el comercio entre China y la Argentina aumentó un 70 por ciento en lo que va del año, y en 2007, la Argentina registró un superávit de 253 millones de dólares en su comercio con China, inferior, sin embargo a los 523 millones de 2006, debido, en gran medida, a la aceleración de las compras argentinas de bienes industriales chinos.
Por, ante este contexto, el ingreso en las licitaciones del gobierno porteño, para Macri, será sólo parte de una estrategia posible teniendo en cuenta el nexo que construyó su padre 20 años atrás.