La historia del sistema de señales de la línea D comenzó hace ya 5 años y aún continúa. Con grandes postergaciones, la Fase 3 de la implementación del ATP (Automatic Train Protection) en la línea se cumplimentó el 19 de julio.
Tal como adelantó este medio, las complicaciones iban a ser fuertes, pero nadie pudo imaginar que tras casi 2 meses del denominado vuelco la situación iba a continuar con conflictos.
Antes de la implementación final, los inconvenientes se situaban en los equipos de ATP instalados en los coches Fiat Materfer. Tras la visita de técnicos de Alstom Brasil, estos fueron solucionados y el vuelco finalmente tuvo fecha definitiva.
El sábado 19, primer día en que el ATP comenzó a funcionar de forma integrada con el resto de la red y a ser aprovechado en todas sus virtudes la línea presentó fortísimas demoras. La empresa concesionaria evaluó, en un principio, liberar los molinetes para evitar inconvenientes con los usuarios. Esta medida finalmente no prosperó.
Si bien Metrovías tomó la precaución de avisar mediante carteles y avisos en SubTV de las posibles demoras en la línea debido a la modernización del sistema de señales, tras casi 2 meses las mismas siguen siendo intensas y las soluciones no llegan.
Las principales fallas ahora estarían originadas en los equipos del sistema ubicados en los túneles, metros antes de llegar a la estación. Los técnicos revisan cada uno de los aparatos para resolver problemas de software, al igual que en los inconvenientes que surgen en las formaciones.
En los últimos días la situación comenzó a normalizarse en relación a los primeros días posteriores al vuelco, pero las demoras siguen persistentes. Los trenes continúan frenándose en los túneles interestación, y los problemas más fuertes se registran en los ingresos a la estación Plaza Italia donde existen pérdidas de código en un cambio de sección.
La detención de los trenes en los túneles trajo algunos otros resultados negativos, aparte de la furia de los pasajeros y las demoras: se registraron casos de angustia o de pánico en algunos pasajeros, lo cual fue reflejado por un importante medio gráfico días atrás.
También se siguieron registrando numerosas situaciones de tensión en los trenes y estaciones con empleados de Metrovías, quienes debieron recibir agresiones de los pasajeros en cada interrupción que la línea sufrió durante las últimas 7 semanas.
Notas relacionadas
Señales: se agrava la situación en la línea D
Línea D, toda digital
ATP en línea D: llegó el día
Suma problemas el ATP de la línea D
Semáforo en rojo